BONAO. Gran sorpresa e indignación ha causado la puesta en libertad por el Tribunal Colegiado del Tribunal de Primera Instancia de aquí, de un joven deportado que el 27 de junio del 2011 mató de 30 puñaladas a un motoconchista. Por el hecho, el fiscal adjunto actuante, Isidro Fabián, como representante del ministerio público pidió 20 años de prisión. El acusado, Orlando Hernández Camacho (alias Makey), de 28 años de edad, admitió en interrogatorio practicado que mató al motoconchista Rubén Rodríguez Vargas (Negro), de 42 años, por una deuda de mil pesos. El hecho ocurrió aproximadamente a las diez de la mañana cuando el victimario conminó a la víctima a ir hacia el distrito de Arroyo Toro, pero aprovechó un trayecto en la Salvia de Bonao para quitarle la vida, propinándole más de 30 puñaladas. Vargas residía en la calle Hermanas Mirabal número 16 del barrio San José. Hernández Camacho al momento de asesinar al motoconchista, tenía cuatro meses de haber sido deportado de los Estados Unidos, donde cumplió condena por drogas.