El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, sostuvo este martes una corta conversación telefónica con el jefe de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), Diego Padrón, con quien habló sobre una posible reunión, después de más de una década de confrontaciones con los obispos. Esta posible «reconciliación» llega poco meses antes de las elecciones a la presidencia del país.
(ADP) El mandatario hizo la llamada durante una conferencia de prensa que realizaron Padrón y el vicepresidente de Venezuela, Elías Jaua, después de que el funcionario ofreciera un saludo del gobierno a la asamblea anual de obispos en Caracas. «Nos reuniremos pronto, muchas gracias por llamar», dijo Padrón al mandatario, cuyas relaciones con la Iglesia Católica han estado plagadas de roces y choques desde que llegó al poder en febrero de 1999. El presidente de la conferencia episcopal agradeció la gentileza del gobernante de llamar, ratificar lo conversado con Jaua y ver la posibilidad de un encuentro con los directivos de la CEV. «Estamos en búsqueda de relaciones respetuosas, que vayan por canales institucionales. Agradezco al presidente, significa que le da mucha importancia a este encuentro (con Jaua)», explicó. Señaló que la Iglesia Católica está dispuesta a colaborar con programas del gobierno que estimulen la cultura de la vida y expuso el trabajo desarrollado por los religiosos en las cárceles, en áreas educativas y de la juventud, en las que coincidió con el gobierno en que «hay grandes oportunidades». Padrón indicó que ante la campaña electoral para los comicios del 7 de octubre, en los que Chávez buscará una segunda reelección, el único mensaje de la CEV es «llamar a la cordura y al respeto, al respeto a la diversidad, y que todo sea un proceso normal». Por su lado, Jaua recalcó ante los obispos que el gobierno exige respetar la decisión de la mayoría de los venezolanos, que desde hace 13 años ha apoyado al gobierno de Chávez en procesos electorales. «Nosotros respetaremos a los que respeten la decisión del pueblo venezolano, que desde hace 13 años se ha decidido en su mayoría por el proyecto bolivariano, y exigimos respeto. Quien respete el resultado que se espera el 7 de octubre contará con el respeto del gobierno», indicó. Una posible normalización Jaua dijo que el gobierno volvió a los espacios de la CEV «después de tanto años», con la «alegría de un pueblo que está en transformación, que ha recuperado gran parte de sus derechos de salud, educación y alimentación y que hoy puede interpelar a su gobierno sin ser masacrado». Explicó que con los obispos conversó sobre los temas que preocupan a la sociedad venezolana como la violencia criminal, la pobreza y el tráfico de drogas. «Estamos contentos de estar aquí, esperamos que esta relación se siga normalizando, que la Iglesia Católica, con sus autoridades, con sus pastores, pueda participar en programa de apoyo al pueblo venezolano. Hemos restablecido la relación institucional y eso garantizará que cada quien ocupe el rol que le corresponde en la sociedad y que eso se haga con respeto mutuo», destacó. Indicó que la lucha contra la criminalidad y la pobreza es un tema de toda la sociedad, incluyendo a los medios de comunicación por la «banalización» que hacen de la vida. Las relaciones de Chávez con la Iglesia católica han sido caldo de cultivo de constantes enfrentamientos que se agudizaron con cada pronunciamiento crítico de los obispos contra el proyecto socialista del mandatario. Chávez llegó a calificar a la Iglesia católica como un «cáncer» y en una oportunidad amenazó con romper las relaciones con el Vaticano