La Judicatura dominicana, en la causa abierta contra Antonio Piter de la Rosa mejor conocido como “Omega” está dando un triste espectáculo al querer hacer leña de un albor caído. La imagen del popular merenguero de calle, sujetado por dos policías de forma inadecuada, ha dado la vuelta al mundo a través de la prensa digital y las redes sociales, trasmitiendo la sensación de que se trata de un circo mediático, ahora que se desea controlar la violencia contra la mujer. Es posible que este hombre, “Omega” sea impulsivo, arrogante y cuanto se quiera decir de su personalidad, según las imputaciones de la Fiscalía del Distrito Nacional como Juez de la querella, pero no es menos cierto, que también se trata de una figura artística nacional e internacional producto de nuestra sociedad, de ahí, su música y talento improvisador que tanto gusta a la mayoría del pueblo dominicano y eso hay que tomarlo muy en cuenta. En mi opinión, creo personalmente, que en este tema, hay más espectáculo, mediatismo y busca de protagonismo que justicia. Yo me pregunto ¿Donde están nuestros jueces y fiscales, que no actúan así de contundentes sobre aquellas personalidades de nuestra alta sociedad, que maltratan a sus parejas? De igual manera, vuelvo y me pregunto ¿No será este caso, otro igual que los escenificados en los cuerpos castrense, cuando se desea dar un ejemplo honestidad, degradando a un cabo o un raso de forma deshonrosa, cortándoles las mangas de su camisa, así como la corbata ante los medios de comunicación y no así, con alta oficialía, cuando cometen actos verdaderamente dolosos? Estamos del lado de las mujeres en su lucha por el sagrado derecho a la vida y de la sociedad, para erradicar el femenicidio; No obstante, el Ministerio Fiscal y Tribunal de Atención Permanente a la Violencia de Género, en este caso, del Distrito Nacional, no deben prestarse para circos como este. Con acciones como estas, no garantizamos la seguridad física y sicológica de nuestras mujeres. La Fiscalía del Distrito Nacional, a pasar de comprobar que la denunciante en el caso de Omega, la joven Yuly López declaró posteriormente que había mentido, mantuvo en marcha la acción Judicial sobre el merenguero y dijo que el artista tenía la conducta del potencial feminicida. El caso es que Omega está preso y con eso, tanto el Ministerio Fiscal como el Tribunal de Atención Permanente del Distrito Nacional en mi opinión, no han hecho su trabajo. Así no se lucha contra el femenicidio. Con Antonio Piter de la Rosa, se está cometiendo un burdo atropello enviándole a la cárcel por tres meses. Este hombre no tiene el perfil que se le atribuye con tanta contundencia. Autor: Luis Columna