Coralis Orbe
Santo Domingo
Hoy se celebra el Día de la Inmaculada Concepción, una fiesta celebrada en muchos países. Anteriomente esta solemnidad se reconocía como un día festivo, pero con el paso del tiempo se ha perdido esta tradición y ha pasado a ser una celebración únicamente de los católicos.
El 8 de diciembre de 1854 el papa Pío IX proclamó el dogma de la Inmaculada Concepción mediante la bula Ineffabilis Deus que reza: “Declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios Omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles”.
Según María Teresa Durán, miembro de la Comunidad de Siervos de Cristo Vivo, este es un día grande para los católicos además expresó el significado de esta fecha: “La Inmaculada Concepción tiene un llamado para nosotros: la purificación y la consagración. Tenemos que ser puros para que Jesús resida en nosotros; debemos consagrarnos al Corazón Inmaculado de María, que es un lugar seguro para alcanzar el conocimiento perfecto de Cristo y el camino seguro para ser llenos del Espíritu Santo”. En el 2003 durante una celebración el fenecido papa Juan Pablo II, dijo: “Con la Inmaculada Concepción de María comenzó la gran obra de la Redención, que tuvo lugar con la sangre preciosa de Cristo. En Él toda persona está llamada a realizarse en plenitud hasta la perfección de la santidad”.
“FUNDAMENTO BÍBLICO DE LA FECHA”A pesar de que la Biblia no menciona explícitamente el dogma de la Inmaculada Concepción, los católicos fundamentan la solemnidad de La Inmaculada Concepción a partir de la Biblia, cuando ésta se interpreta correctamente a la luz de la tradición apostólica.
Se basa en el primer pasaje de la redención (Génesis 3:15), que menciona a la Madre del Redentor, y dice que ella será exaltada a la gracia santificante que el hombre había perdido por el pecado.
Santo Domingo
Hoy se celebra el Día de la Inmaculada Concepción, una fiesta celebrada en muchos países. Anteriomente esta solemnidad se reconocía como un día festivo, pero con el paso del tiempo se ha perdido esta tradición y ha pasado a ser una celebración únicamente de los católicos.
El 8 de diciembre de 1854 el papa Pío IX proclamó el dogma de la Inmaculada Concepción mediante la bula Ineffabilis Deus que reza: “Declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios Omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles”.
Según María Teresa Durán, miembro de la Comunidad de Siervos de Cristo Vivo, este es un día grande para los católicos además expresó el significado de esta fecha: “La Inmaculada Concepción tiene un llamado para nosotros: la purificación y la consagración. Tenemos que ser puros para que Jesús resida en nosotros; debemos consagrarnos al Corazón Inmaculado de María, que es un lugar seguro para alcanzar el conocimiento perfecto de Cristo y el camino seguro para ser llenos del Espíritu Santo”. En el 2003 durante una celebración el fenecido papa Juan Pablo II, dijo: “Con la Inmaculada Concepción de María comenzó la gran obra de la Redención, que tuvo lugar con la sangre preciosa de Cristo. En Él toda persona está llamada a realizarse en plenitud hasta la perfección de la santidad”.
“FUNDAMENTO BÍBLICO DE LA FECHA”A pesar de que la Biblia no menciona explícitamente el dogma de la Inmaculada Concepción, los católicos fundamentan la solemnidad de La Inmaculada Concepción a partir de la Biblia, cuando ésta se interpreta correctamente a la luz de la tradición apostólica.
Se basa en el primer pasaje de la redención (Génesis 3:15), que menciona a la Madre del Redentor, y dice que ella será exaltada a la gracia santificante que el hombre había perdido por el pecado.