La joven cooperante estadounidense Kayla Mueller, que murió tras pasar un año y medio secuestrada por Estado Islámico en Siria, habría sido violada en repetidas ocasiones por el máximo líder de la organización terrorista, Abu Bakr al Baghdadi, durante su cautiverio. Los padres, que intervinieron en el reciente congreso «Todos Somos Nazarenos» celebrado en Madrid, recibieron la noticia de funcionarios del gobierno de EE.UU.
(Agencias/InfoCatólica) La familia de Mueller ha confirmado a la cadena estadounidense ABC News quefuncionarios del Gobierno les han dicho que su hija, quien habría cumplido 27 años, fue víctima de reiteradas agresiones sexuales por parte del líder de Estado Islámico. «Se nos dijo que Kayla fue torturada y que era «propiedad» de Al Baghdadi», han explicado los padres de Kayla, Carl y Marsha Mueller.
Según las mismas fuentes, Al Baghdadi llevó personalmente a la trabajadora de ayuda humanitaria secuestrada a la casa de Abu Sayyaf, un tunecino que se encuentra a cargo de los ingresos del grupo yihadista derivados del petróleo y del gas. El líder terrorista visitó regularmente la casa de Sayyaf y agredió sexualmente en varias ocasiones a Mueller.
Estado Islámico confirmó la muerte de Mueller a principios de febrero de este año. Según informó la milicia, la cooperante norteamericana perdió la vida por un bombardeo de la aviación jordana, que colabora junto a Estados Unidos en la coalición militar creada para combatir el terrorismo yihadista.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, negó esas informaciones, culpó a los terroristas de la muerte y dijo que Mueller, que se sirvió de las «libertades» para mejorar la vida de otras personas, ha dejado un «legado» que perdura e «inspira» a quienes «luchan, cada uno a su manera, por lo que es justo y decente».
«No importa el tiempo que nos lleve, Estados Unidos encontrará y llevará ante la Justicia a los terroristas responsables del cautiverio y muerte de Kayla», subrayó, antes de condenar las «odiosas» y «atroces» acciones de Estado Islámico.