La visita que realizará hace una semana el Papa Francisco a ciertos países de Latinoamérica ha causado cierto revuelo entre conservadores en los EEUU y estoy seguro que en otras latitudes. No agradó para nada que sus homilías que estuvieren acorde con la real justicia social y en contra de las desigualdades que separan en a los hombres.
Lo que el Papa ha enseñado hasta ahora no es agradado siquiera dentro de los que forman parte dentro de las alturas de la propia iglesia católica, porque el solo hecho de asumir actitudes diferentes y haber rescatado mucha de la confianza pérdida y de predicar con el ejemplo, ya son motivos más que suficientes, sin tomar en cuenta lo que ha ido logrando en la medida que cada día asoma el Sol.
Su actitud de humildad y de reconocer los errores de forma real de la iglesia católica. Su forma abierta de expresar el evangelio en favor de los más desposeídos y en la manera en que ha llegado al corazón de feligreses o no. Que han estado acorde con su forma de pensar. Es alguien que ha sabido conjugar la palabra con sus acciones en un mundo donde cada día que pasa aquellos que asumen y tienen algún tipo de poder, no lo utilizan a favor de quienes dicen proteger, sino que sigue quedando en pura demagogia.
Recuerda a todos y no deja de pasar por la mente lo ocurrido al Papa 1 en 1978 y su aún misteriosa muerte supuestamente fruto de un infarto que siempre ha quedado en la duda precisamente por los males que enfrentó dicho Papa.
Lo visto en las visitas del Papa Francisco en Latinoamérica reafirmó aún más lo que ha sido y será su papado. Y ante eso tendrá grandes y poderosos enemigos que no están dispuestos en aceptar que una voz tan autorizada que haya levantado tanta confianza y esperanza y tanta autoridad moral. Que es un ejemplo de lo que se debe ser dentro y fuera de la iglesia, sin importar que usted sea o no creyente pero comulga con todo aquel que busque revolucionar su entorno, luchar por despertar a los pueblos para que estos reconozcan sus derechos y deberes. A la vez, es una voz que recuerda a grandes y poderosos sobre su responsabilidad en la forma en que encontramos hoy el mundo.
Por todo lo anterior, cuando leí el domingo, próximo pasado, el artículo que escribió el veterano periodista Juan Bolívar Díaz, titulado "El hombre más peligroso", pude ratificar todo cuanto he analizado. Dicho escrito, entre otras cosas, expresa, lo siguiente:
"Un comentarista de la cadena de Televisión Foxnews ha causado impacto por haber calificado al Papa Francisco como el hombre más peligroso de nuestro tiempo, a propósito de su última encíclica “Laudato Si” en la que denuncia a los grandes poderes del mundo por estar matando la tierra y todo lo que hay en ella con la alarmante contaminación que genera destructivos cambios climáticos, planteando la necesidad de “eliminar las causas de las disfunciones de la economía mundial y corregir los modelos de crecimiento que parecen incapaces de garantizar el respeto del medio ambiente”.
En ese reciente documento el Papa sostiene que de continuar la actual destrucción “este siglo podría ser testigo de cambios climáticos inaúditos y de una destrucción sin precedente de los ecosistemas, con graves consecuencias para todos”. Pero seguramente lo que mueve la preocupación del comentarista de la cadena de televisión más conservadora de Estados Unidos, fue la siguiente frase papal: “la tradición cristiana nunca reconoció como absoluto o intocable, el derecho a la propiedad privada”.
"Ya anteriormente el obispo argentino de Roma, en su exhortación pastoral Evangelii Gaudium había proclamado que “esta economía mata”, sobre lo que abundó elocuente y firmemente en el discurso que pronunció ante el encuentro de Movimientos Populares en su reciente viaje a Bolivia donde se identificó con los esfuerzos por disminuir la exclusión de las mayorías, para disgusto de los neoconservadores de todo el mundo".
"Allí se agigantó la figura del Papa que reivindica la pobreza de San Francisco de Asís diagnosticando que “cuando el capital se convierte en ídolo y dirige las opciones de los seres humanos y la avidez por el dinero tutela todo el sistema socio-económico, arruina la sociedad, condena al hombre y lo convierte en esclavo”. Llamó a los campesinos, indígenas y trabajadores de 40 países, allí representados, a “luchar por la triple T, tierra, techo y trabajo,” y a organizarse para poner la economía al servicio de los pueblos".
“Queremos un cambio real, un cambio de estructuras. Este sistema ya no se aguanta. No lo aguantan los campesinos, no lo aguantan los trabajadores, no lo aguantan las comunidades, no lo aguantan los pueblos. Y tampoco lo aguanta la tierra, la hermana Madre Tierra, como decía San Francisco”,
Continua diciendo el artículo: "Todavía más, el Papa les dijo: Ustedes, los más humildes, los explotados, los pobres y excluidos, pueden y hacen mucho. Me atrevo a decirles que el futuro de la humanidad está en gran medida en sus manos". "Les invito a construir una alternativa humana a la globalización excluyente. No se achiquen”. Aunque dijo no tener recetas, los llamó a buscar un cambio para “poner la economía al servicio de los pueblos y a oponerse a una economía de exclusión e iniquidad”.
"Se trata del discurso más progresista de Papa alguno, incluso más atrevido que el de las encíclicas papales que como la Rerum Novarum de 1891, la Quadragésimo Anno de 1931 y la Mater et Magistra de 1961, constituyeron planteamientos revolucionarios para sus épocas. Y Francisco lo dijo directamente a los líderes de los movimientos populares".
Es indudable que este Papa es peligroso, porque con su ejemplo personal está trazando nuevas pautas a una iglesia cuyos pastores se confundieron con los poderes establecidos y perdieron su responsabilidad profética, renunciando hasta a promover las organizaciones intermedias que en la doctrina social de la Iglesia Católica están llamadas a ser sal y levadura de la tierra. Abundaron los que sentados a las mesas de los poderosos, abominaron de las protestas y reclamos de los excluidos".
"Hay que celebrar los atrevimientos de este Papa peligroso que rescata la mansedumbre del inmenso Rabit de Galilea y proclama la liberación de la opresión, de la miseria y la exclusión. Cuyo ejemplo de vida modesta, su renuncia al oropel y a estar a la sombra de los poderes dominantes, lo proclaman como un gran profeta de nuestro tiempo".
Leyendo nueva vez el artículo ya citado nos muestra a convencimiento el por qué al Papa Francisco le calificará ese comentarista cómo el "hombre más peligroso"; claro lo es para todos aquellos que abrazan la opresión, el prejuicio, la guerra, la corrupción, la pederastia, los asesinatos, la desigualdad, el ataque al ambiente, los grandes capitales que sólo les importa el preservar sus intereses por encima del bien colectivo; en fin, todo aquello que vaya en contra de lo que es la actitud que hasta ahora ha mostrado con su ejemplo este hombre de Dios. Con "hombre pleigrosos" así es que necesitamos cambiar el mundo, y cada entorno, país y comunidad en favor de las grandes mayorías para mejorar lo que tenemos y padecemos.
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