El empresario español Juan José Hidalgo (Pepe) afirmó ayer que se siente decepcionado y dolido por el trato que le ha dado la justicia dominicana, ya que la litis que enfrenta en el país no es la primera que se eterniza absurdamente en los tribunales.
“Recibí una sentencia monstruosamente injusta en el pleito con George Nader por parte de un juez que después fue expulsado de la judicatura por corrupción. Todo el mundo lo ve clarísimo, pues aún no está resuelto”, indicó.
Hidalgo dijo que otro asunto evidente, que pone de manifiesto las debilidades de la justicia dominicana, es el caso del hotel La Hispaniola, donde un socio traspasó sus acciones a su “querida venezolana”, pero aún está pendiente.
“Tengo una inversión en terrenos en Bayahíbe que no puedo disfrutar porque los han ocupado. Son ya demasiadas cosas. Hasta siete años llevan algunos de estos casos esperando sentencia. Y mientras tanto, las inversiones que he hecho están inmovilizadas”, precisó el empresario hotelero.
Consideró necesario que cambien muchas cosas en el sistema judicial dominicano, para que los inversionistas extranjeros se sientan protegidos por las leyes.
Dijo que el origen del sometimiento contra su empresa Globalia es un supuesto intento de extorsión, pues el autor de la querella, Sandalio Suárez, dice ser propietario de un trozo de playa frente al hotel BeLive Punta Cana.
“Asegura que pagó por él 23.000 pesos dominicanos y desde hace siete años intenta que se lo compre por dos millones de dólares. Como no he aceptado, me ha puesto una querella criminal, no al hotel, sino a mí personalmente. Me produce tristeza ver cómo manipula a la Justicia dominicana. Lo cierto y verdad es que mi empresa compró ese hotel sin que figurara ninguna carga en el registro”, refirió.
Hidalgo confía que la audiencia del próximo 4 de febrero sea la última, que el caso sea sobreseído y que se “acabe el calvario”.
“De hecho, este caso ya fue sentenciado el 22 de noviembre de 2012 y resulté absuelto. Incomprensiblemente, volvió a presentar la misma querella, y un juez, haciendo caso omiso del principio de que una misma cosa no puede ser juzgada dos veces, volvió a aceptarla a trámite. Y en esas estamos”, añadió.
El empresario advirtió que no pactará con extorsionadores. “¿Sabe qué dijo este señor cuando me negué a pagar los 2 millones que pedía? Dijo: ‘Se va a cansar usted de ir y venir desde España para atender este pleito’. Y, efectivamente, a base de las triquiñuelas de su abogado, lo está logrando. Ya he venido ocho veces desde Madrid expresamente a este juicio y las ocho veces la vista se ha aplazado. Unas veces no venía Sandalio, otras faltaban sus testigos, otras pedían nuevas actuaciones... un repertorio inmenso. Y yo me pregunto: ¿es esta la forma de tratar a un empresario que debe atender a un grupo del que dependen 25.000 familias?”.