1.- Enfrentar la criminalidad ha de ser el comportamiento de todo aquel que aspira vivir en una sociedad civilizada donde la mayoría de sus integrantes mantengan una conducta de respeto mutuo. A los antisociales hay que aislarlos para reeducarlos.
2.- La cáfila de matones que se organizó para asesinar a mi hijo Jordi, el 2 de junio de 2010, en su interés de seguir en sus andanzas criminales está dispuesta a no pagar su deuda de sangre ante la sociedad; esa es la razón por la cual ha procurado por todos los medios que el proceso no se inicie ante la jurisdicción de juicio.
3.- Los objetivos perseguidos por los criminales del caso de mi hijo Jordi, no serán alcanzados, porque la tardanza y las maniobras legales jamás nos llevarán a la desesperación, al cansancio, ni al hastío.
4.- Cada vez que se reenvía una audiencia anímicamente nos fortalecemos; esa situación nos vigoriza, impulsa y motiva más y más para continuar reclamando justicia contra todos los que se unificaron en el crimen contra mi hijo, quisieron burlar la sociedad y ahora procuran arrodillar a la justicia con sus calculados incidentes.
5.- Estamos preparados para la próxima audiencia del día 24 de febrero en curso. El tribunal ha estado en disposición de iniciar el proceso que sólo ha sido incidentado por los asesinos, dirigidos por el que pagó el dinero del crimen. La alianza entre los sicarios y el de la paga sigue igual como el mismo día que planificaron el asesinato de mi hijo Jordi.
7.- Al resultar víctima del operativo criminal en su contra, Jordi ha sufrido físicamente, y espiritualmente al igual que sus seres queridos; a la vez que la parte sana de la sociedad dominicana se ha sentido agraviada, por lo que ha reclamado que la justicia comience a higienizar el medio social dominicano procesando y sentenciando a los antisociales del Caso Jordi.
6.- Lo mejor de nuestro pueblo ha dado seguimiento permanente al caso de mi hijo porque está convencido de que si se permite que el que pagó y los que ejecutaron la tentativa de asesinato contra Jordi burlen la justicia, entonces la sociedad va a pensar que ha triunfado la impunidad, y el crimen por encargo, el sicariato, ha tomado su imperio en el país.
Autor: Ramón Antonio Veras