(EP) “Los políticos sólo entienden un idioma, el de los votos”, ha afirmado el cardenal en la reunión. “Por lo tanto, deberíamos retirar nuestros votos a aquellos dirigentes políticos que no den respuestas al desafío del cambio climático y al futuro para las próximas generaciones”, ha añadido.
Madariaga ha calificado de “suicidio a largo plazo” el rumbo que están tomando los gobiernos en materia medioambiental y ha señalado que el cambio climático “no es una cuestión marginal” y, por lo tanto, “hay que hacer que la voz de los críticos se escuche”.
Fracaso de las negociaciones
La marcha, en la que se dieron cita miles de activistas de la sociedad civil, sirvió –según Cáritas– para denunciar el “fracaso” de los Gobiernos en las negociaciones sobre el clima convocadas por la ONU para avanzar en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y proporcionar financiamiento para que los países pobres a adaptarse a las consecuencias de las condiciones meteorológicas extremas.
En otro foro de debate promovido por Cáritas Sudafricana, la red protestante ACT y la Alianza Ecuménica de Mediación, los participantes han alertado sobre los drásticos efectos medioambientales que se producirán si la temperatura global sube incluso por debajo del nivel de riesgo de 2 grados centígrados establecido en la anterior Cumbre de Cancún.
En concreto, han señalado los riesgos reales de que en algunos países se produzcan una drástica reducción de las cosechas y una muerte masiva del ganado, lo que supondría que la pérdida de los medios de subsistencia de los agricultores y un encarecimiento de los precios de los alimentos que afectaría en mayor medida a las personas más pobres.
En este foro de Cáritas, titulado ‘Cómo acabar con el hambre en un mundo afectado por el cambio climático’, los participantes han llegado a la conclusión de que es necesario invertir en los pequeños agricultores e impulsar el cambio de un modelo industrial de producción basado en la agricultura intensiva hacia una agricultura más preocupada por el medio ambiente, la biodiversidad y las necesidades sociales de la población local.
Madariaga ha calificado de “suicidio a largo plazo” el rumbo que están tomando los gobiernos en materia medioambiental y ha señalado que el cambio climático “no es una cuestión marginal” y, por lo tanto, “hay que hacer que la voz de los críticos se escuche”.
Fracaso de las negociaciones
La marcha, en la que se dieron cita miles de activistas de la sociedad civil, sirvió –según Cáritas– para denunciar el “fracaso” de los Gobiernos en las negociaciones sobre el clima convocadas por la ONU para avanzar en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y proporcionar financiamiento para que los países pobres a adaptarse a las consecuencias de las condiciones meteorológicas extremas.
En otro foro de debate promovido por Cáritas Sudafricana, la red protestante ACT y la Alianza Ecuménica de Mediación, los participantes han alertado sobre los drásticos efectos medioambientales que se producirán si la temperatura global sube incluso por debajo del nivel de riesgo de 2 grados centígrados establecido en la anterior Cumbre de Cancún.
En concreto, han señalado los riesgos reales de que en algunos países se produzcan una drástica reducción de las cosechas y una muerte masiva del ganado, lo que supondría que la pérdida de los medios de subsistencia de los agricultores y un encarecimiento de los precios de los alimentos que afectaría en mayor medida a las personas más pobres.
En este foro de Cáritas, titulado ‘Cómo acabar con el hambre en un mundo afectado por el cambio climático’, los participantes han llegado a la conclusión de que es necesario invertir en los pequeños agricultores e impulsar el cambio de un modelo industrial de producción basado en la agricultura intensiva hacia una agricultura más preocupada por el medio ambiente, la biodiversidad y las necesidades sociales de la población local.