EL SEÑOR HA RESUCITADO
El primer día de la semana, muy temprano, fueron las mujeres al sepulcro, llevando los perfumes que habían preparado.
Pero se encontraron con una novedad: la piedra que cerraba el sepulcro había sido removida,
y al entrar no encontraron el cuerpo del Señor Jesús.
No sabían qué pensar, pero en ese momento vieron a su lado a dos hombres con ropas fulgurantes.
Estaban tan asustadas que no se atrevían a levantar los ojos del suelo. Pero ellos les dijeron: "¿Por qué buscan entre los muertos al que vive?
No está aquí. Resucitó. Acuérdense de lo que les dijo cuando todavía estaba en Galilea:
"El Hijo del Hombre debe ser entregado en manos de los pecadores y ser crucificado, y al tercer día resucitará"."
Ellas entonces recordaron las palabras de Jesús.
Al volver del sepulcro, les contaron a los Once y a todos los demás lo que les había sucedido.
Las que hablaban eran María de Magdala, Juana y María, la madre de Santiago. También las demás mujeres que estaban con ellas decían lo mismo a los apóstoles.
Pero no les creyeron, y esta novedad les pareció puros cuentos.
Pedro, sin embargo, se levantó y fue corriendo al sepulcro; se agachó y no vio más que los lienzos, por lo que volvió a casa preguntándose por lo ocurrido.
sábado, 3 de abril de 2010
La Lectura para Hoy.
2:40 p. m.
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