Julio Vasquez.

Radio Renacer

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martes, 9 de abril de 2013

En los accidentes de tránsito: Algo más que legal.

Muchos fuimos los que quedamos perplejos ante lo ocurrido la noche del 19 para la madrugada del 20 de marzo, en momentos en que el pueblo se lanzaba a celebrar el triunfo del equipo de béisbol en el Clásico Mundial; cuando se conoció del hecho provocado por un joven de veinte años que de forma inescrupulosa, provocó la muerte de cuatro personas y otras heridas, al conducir, según se establece por los testigos en forma temeraria y ebrio, además de llevar una alta velocidad. 
   
Fue aún más indignante saber, que no bien aún no habían sido enterrados los cuerpos, cuando el joven que actuando de forma irresponsable, estaba ya libre bajo el famoso sistema de la fianza.  Visto el hecho como un mero accidente de tránsito, cuando debió notarse lo que en lo menos que podía provocar este señor conduciendo en forma ebria, era la muerte de otra persona, o sea, que no es el clásico hecho inintencional que se provoca, producto de un hecho involuntario y se causa la muerte de otra persona.  Si bien no estaba planificando la muerte de nadie, pero si debía estar consciente y claro el agente que conduciendo en forma temeraria y ebria, lo menos que podía provocar era el resultado esperado y trágico.
   
Sin embargo, fuera del ámbito legal y que como sociedad y como país debemos estar claro, no sólo proponer la adecuación de las disposiciones de  la actual Ley 241 y sus modificaciones, sino que de una vez por todas, con esta y cualquier otra ley, debemos comenzar como autoridad y como ciudadanos, aprender a cumplir y hacer cumplir las disposiciones legales, sean quien sea que esté envuelto; debemos analizar este hecho, desde otros ámbitos.
   
Lo ocurrido en el hecho narrado, no es el primero que vemos o escuchamos que de forma lamentable se pierden vidas valiosas y la sanción que se recibe no se compadece con el resultado.  Asimismo, debemos saber, que tenemos en las calles, personas que no tienen  la mínima conciencia sobre la responsabilidad que supone tener un volante en sus manos.  No tenemos a nivel de autoridad el control de que todo el que tiene el control de un vehículo esté apto para ello y mucho menos se tiene constancia, ni se le imponen sanciones para aquellos que han provocado accidentes o que han violado la ley de tránsito de forma reiterada. Siguen conduciendo vehículos siendo peligros públicos para todo el mundo.
   
A lo anterior se suman aquellos adolescentes a quienes los padres irresponsables  le sueltan o le compran vehículos, jóvenes que no tienen aún la madurez para saber la clase de responsabilidad que asumen con ello.             

Es normal las historias lamentables de vidas perdidas o mutilaciones por conducir en estado de embriaguez o de las drogas o por estar echando carreras, y lo peor, es que en ocasiones llevan consigo otras víctimas, siendo los padres que terminan viendo el final de lo que en ocasiones provocan por dejar a cargo de un muchacho, tal responsabilidad.
  
 Tenemos en las calles de nuestro país en su generalidad, una especie de que cada quien haga lo quiera.  No existe un nivel de conciencia de los conductores en su sentido amplio, por el otro ni por el respeto a las leyes de tránsito, es como un lejano Oeste, donde cada quien hace lo que le parezca.  Entonces a esto se suma, que no existe un plan para controlar ni evitar que esto siga en aumento.   Los conductores en una gran parte, andan en las calles sin temor a violar la ley de tránsito.
   
Pienso que debe llegar el momento por el bien de todos de que pueda realizarse, un plan a nivel nacional, en la cual se cubran las pequeñas cosas como las que mencioné, así como las grandes cosas de estadísticas, controles y datos de los infractores de la ley y sus sanciones y cuando es posible que un determinado ciudadano, no pueda, por sus constantes infracciones o accidentes provocados, pueda perder, por ejemplo, su licencia y exista control en ese sentido, pero mientras tanto, seguiremos observando de forma penosa, casos como el comentado al inicio, que es nuestro pan de cada día en calles, avenidas y son de los casos que copan en nuestros tribunales, pero es por el mismo desorden que acusamos. 
   
Evidentemente que la actual legislación debes ser modificada, pero también una cosa es real, necesitamos hacer cumplir las leyes y a la vez que todos y todas las cumplamos.