Carta al profesor Juan Bosh.

Prof. Juan Bosch:
El Purgadorio casa #1963 casi esquina La Gloria
El Cielo, República de Dios
Querido Profe:
Me veo en la necesidad de escribirle estas líneas, ya que me he quedao esperando la contestación de la última carta que le envié. Espero que sea un problema del correo, o talvez un retraso en la entrega por motivo de navidad y la congestion que esto acarrea. Ay! Don Juan cuanta falta usted nos hace. De más está decirle como están las cosas por aquí. Espero que se haya visto con Norge y talvez le ha adelantao algo de la situación que estamos viviendo aquí.

Su hijo menor, esto se lo cuento con mucha pena por que sé lo mucho que usted luchó por levantar derecho a ese muchacho y quíen más que yo sabe la crianza que usted le dió. Pero que va Don Juan, está hecho un desastre. Le cuento que a principio de este año, eso es por ahí entre enero y el 16 de mayo, más o menos, se pasó comprando y derrochando, como niño suelto en tienda de juguetes, compró de todo y a todos; y a que precio Don Juan!, a que precio!. Los que están a su alrededor, por no llevarle la contraria, no dicen nada por miedo a que él no los deje jugar con el juguete grande que el se compró en mayo. Cosas de muchachos, usted sabe, en complicidad por no perder la oportunidad de jugar por lo menos durante los proximos cuatro años. Es tan cabezú y testarú ese muchacho, que no esperó ni a los Reyes Magos y mucho menos a la Vieja Belén.

Pa’que le cuento Don Juan. Hay una noticia que quizá no le hayan dado porque usted no la va creer y como le cuento, hay que estar aquí para creerlo y yo, que lo conozco a usted muy bien, me estoy imaginando la cara que usted va a poner cuando sepa esta vaina. Resulta y viene a ser Don Juan, que en el país desde hace varios años está nevando y por donde uno menos se lo esperaba. Sí Don Juan, está nevando por el Sur, con más frecuencia en el área de Baní, Azua y Barahona y también por parte de la región del Este y son toneladas de nieve que caen ante la mirada atónita de todo el mundo. Don Juan, pa’que le cuento, lo peor es que esa nieve se vende a muy buen precio. Y aun algo peor Don Juan, es que se queda en mano de los tutumpotes que andan en carros pescuezos largos. Aqui, todos los jerarcas andan detrás de esa nieve, porque se vende aquí y allá fuera como pan caliente y es más cara que el mismo barril de petróleo.

Por lo demás, aquí todo anda manga por hombro. Aquí se compra y se vende todo, se compran sentencias, indultos, conciencias, votos, certificados de estado de salud para no ir la cárcel. Se compra al por mayor y detalle dirigentes politiqueros, diputados, senadores y se compra alambre del tendido eléctrico, hierro viejo, con decirle Don Juan que al Puente suyo le llevaron la tarja con su nombre y todo lo que decía y las lámparas y los cables se lo han robao tres veces; usted se imagina Don Juan cómo es que están las cosas después que usted se fué?. Cuando usted dice zape se queda con el pelerio en las manos.Y creáme Don Juan, que es como lo de la burra baya.

Y que le digo de los sindicalistas del volante?. Esos sí que se han adueñao del país. Y peor Don Juan, nos han robao la poquita fé y la esperanza que teniamos cifradas en su hijo menor.

Don Juan cuando tenga un tiempito mándeme una copia del Vanguardia del Pueblo, que yo sé que usted los tiene todos guardao, usted es muy cuidadoso con eso. Sobre todo, mándeme un ejemplar que tenga el ALBUM DE LA CORRUPCION, que el mio se me perdió con el ciclón David y aquí nadie tiene una copia de eso. El Album de la Corrupción en estos tiempos está más escaso que muelas de garza. Mándemelo lo más rápido posible que yo le pago el envio aquí. Don Juan con Norge, que se fué recientemente, le envié una caja de cigarrillos Crema que sé que usted le gustan tanto. También le envié con Norge un dulce de batata, roquetes de esos que venden camino al Santo Cerro, pa’ que se acuerde de la Vega y una medallita de la virgen de Las Mercedes para que lo acompañe siempre y una funda de menta de espiritu Can Can que aquí están muy escasas y sé que a usted el gustan mucho. Cuando pueda le enviaré una potalita del Metro y de la Globalización que están muy de moda en estos dias.
Espero que usted regrese pronto de ese viaje para que le jale las orejas a se muchacho. También espero que en su exilio le haya sobrao tiempo y haya escrito más cuentos para deleite de todos nosotros, porque como usted, no hay dos en eso de la escribidera de cuentos.
Me tengo que despedir de usted porque esta condená vela se me está acabando y estoy corto de la vista y con todo estos apagones no hay quien pueda.
Sin más nada,

El Pueblo Dominicano
Post data: después le cuento sobre el Metro y la globalización
*EL AUTOR es un peledeísta, residente en Nueva York