Julio Vasquez.

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jueves, 3 de febrero de 2011

Una monja finge fue violada para ocultar relación


NUEVA YORK._ Una monja de un monasterio en Brooklyn identificada como Mary Turcotte, fingió ante la policía y los fiscales que había sido “violada” por un afro americano, para ocultar su relación sexual con un bodeguero. La religiosa, que según el tabloide NY Post, tiene 26 años de edad, pertenece al convento “Apóstoles del Amor Infinito” situado en East Flabush. El medio señaló que la monja de la raza blanca, se inventó la historia de que había sido sexualmente abusada por un hombre afro americano, que además, la golpeó. Las investigaciones de la policía determinaron que su versión fue mentira y ella, se retractó ante los fiscales.

La religiosa visitaba frecuentemente la bodega en la que trabaja el hombre con el que sostiene la relación desde hace algún tiempo. Compañeras del convento dijeron que la monja mentirosa, sufrió una “ruptura emocional” que la llevó a elaborar la falsa historia para encubrir el “pecado”.

Otras negaron que la monja haya mentido y sostienen que le dijo la verdad a la policía, sobre un asalto del que fue víctima, pero nunca habló de que fuera violada sexualmente. El Post dijo en su reportaje que se basó en fuentes de la investigación.

La congregación a la que pertenece Turcotte forma parte de una orden religiosa expulsada por el Papa de la iglesia católica y tiene sede en Canadá. Fue fundada en 1960. La monja le relató a las autoridades que el 22 de enero se dirigía a la bodega, cuando el violador la emboscó, arrastrándola ocho cuadras, hasta que ella perdió el conocimiento.

Añadió que se despertó en la nieve y notó que su ropa interior le había sido quitada y tenía los senos al descubierto. En el relato agregó que fue tratada en un hospital y que buscó la ayuda de su Madre Superiora.

En base a la imaginaria descripción de la monja del supuesto violador, la policía hizo un boceto que difundió en medios locales y pedía que si alguien vio al hombre arrastrando a la monja por las calles, lo informara a las autoridades.

La religiosa inventó el perfil de su violador fantasma como el de un hombre negro de entre 40 a 50 años de edad, 6 ´4 pulgadas y 250 libras de peso. Cuando la policía descubrió el perjurio, la monja se justificó diciendo que necesitaba una historia para justificar su relación sexual con el bodeguero.

Confesó que incluso, su amante había entrado a escondidas al convento por una puerta trasera que ella le dejaba abierta para sostener relaciones sexuales. Hasta el momento la policía no la ha acusado de perjurio ni de ningún otro delito.