Para la Iglesia Dominicana y la Diócesis de Mao-Montecristi, es de mucha alegría haber celebrado el pasado 23 de junio en los 25 años de sacerdote de Mons. José Sinencio Peralta. Ordenado sacerdote el 20 de junio de 1987, por imposición de manos de Mons. Jerónimo Tomas Abreu Herrera. Fue el primer sacerdote diocesano que ordena Mons. Abreu, desde que asumió la diócesis de Mao en el año de 1978. Actualmente es vicario general, y párroco de la Parroquia Catedral santa cruz, ha sido rector del seminario menor, y un gran promotor de la vocación sacerdotal. La parroquia Catedral Santa Cruz de Mao, fue el escenario que dio acogida a una presencia significativa de laicos, sacerdotes, diáconos, religiosas, y representantes de la sociedad civil, que fueron testigos de la celebración de la eucaristía en acción de gracias al Señor, presidida por su pastor Mons. Diómedes Espinal de León. Mons. Sinencio, nace el 8 de mayo de 1958, en la comunidad de Machete, Guayabín. Son sus padres: Pedro Sergio Peralta (fallecido) y la señora Josefina checo. Los esposos Peralta Checo procrearon seis hijos, y a todos les inculcaron la fe. Podemos decir que la vocación del joven Sinencio surge precisamente por haber tenido una experiencia fuerte con Jesús. Realizó sus estudios de la básica en la Escuela José María Pérez, del Pocito, Guayabín, y los estudios de la media en el Liceo Luis José Antoine. Testimonia el Padre Sinencio que quien motiva su llamada al sacerdocio es el Padre José Grullón (hoy obispo de la diócesis de San Juan de la Maguana). Mons. Rafael Leónidas Felipe Núñez, decía en la celebración de sus bodas de plata, que el jovencito Sinencio en la jornada vocacional celebrada en el municipio de Loma de Cabrera, mostraba signos vocacionales, fue evaluado y admitido al Seminario Menor San Pio X de Licey, en el año 1979 cuando tenía 21 años de edad. Le recordaba el obispo sureño que todo sacerdote ha sido llamado para estar con el Maestro, y que para perseverar en el ministerio es necesario cultivar la amistad con Jesús, mantenerse en la oración y la fidelidad. Las palabras pronunciadas en la homilía de Mons. Espinal de León, fueron muy oportunas, trascribo algunos fragmentos: “la vocación es un misterio, Dios es el que llama. El sacerdote debe ser instrumento de Jesucristo en todo momento…llevar a cabo la triple misión del sacerdote, primero, maestro en todo, es un profeta haciendo y diciendo, liberando a su pueblo como lo hizo Moisés. El sacerdote es una bandera de contradicción. Santifica al pueblo a través de los sacramentos. Visita a los enfermos para ayudarle en su proceso y su situación…” Al final Mons. Diómedes daba gracias a Dios por los 25 años de sacerdote de Mons. Peralta, ha sido una constante en él su entrega y disposición. Le exhortaba seguir amando y transformando. Que sea solo sacerdote, siempre sacerdote y sacerdote en todo. Mons. Sinencio daba gracias al Señor por estos 25 años de sacerdote, reconoce que ha tenido limitaciones de salud. Cree que desde el vientre de su madre ha sido destinado a ser sacerdote. Conocí a Mons. Sinencio en el verano del año 1986 cuando coincidimos en el Seminario Pontificio Santo Tomas de Aquino. En aquel entonces el seminarista Sinencio se caracterizaba por su sencillez, don de acogida, sentido de la fraternidad, pacífico y sabía escuchar. Finalmente el lema que escogió el festejado para la solemne celebración, reza así: “El señor lo ha jurado y no se arrepiente: tu eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec” (salmo 109/110,4). Felicidades hermano, que Dios te siga guiando para que puedas continuar como la vela que ilumina, aún sabiendo que se va a derretir.
Felipe de Jesús Colón Padilla