Julio Vasquez.

Radio Renacer

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sábado, 11 de febrero de 2012

Opinión y Estado de Derecho

Casimiro Tavárez.


La prensa está consagrada como el cuarto poder, y en ese sentido los redactores no deben imponer sus criterios sobre la libre opinión de alguien, sino por el contrario, ellos deben corregir las faltas ortográficas y la correcta imagen de una opinión con su autor. No usar su autoridad como patente de corso para hacer valer su opinión o criterio. La censura es vacío existencial e intolerancia.

Avancemos, eliminemos la censura a la opinión y a la prensa en general.

El periodismo no puede ser solo de utilidad a los intereses del poder, este debe libre e independiente y los redactores deben ser tolerantes a las ideas que les adversan. El derecho a la libertad de expresión es definido como un medio para la libre difusión de las ideas, y así fue concebido durante la Ilustración. Para filósofos como Pach, Montesquieu, Voltaire y Rousseau la posibilidad del disenso fomenta el avance de las artes y las ciencias y la auténtica participación política. Fue uno de los pilares de la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos (Primera Enmienda) y la Revolución francesa, hechos que revolvieron las cortes de los demás estados occidentales.

La lucha por la libertad de expresión nos corresponde a todos, ya que es la lucha por la libertad de expresar nuestro propio individualismo. Respetar la libertad de los demás a decir cualquier cosa, por más ofensiva que la consideremos, es respetar nuestra propia libertad de palabra.

El derecho a la libre expresión es uno de los más fundamentales, ya que es esencial a la lucha para el respeto y promoción de todos los derechos humanos. Sin la habilidad de opinar libremente, de denunciar injusticias y clamar cambios - el hombre está condenado a la opresión.

La consolidación y desarrollo de la democracia depende de la existencia de libertad de expresión; es vital para asegurar el respeto y la plena vigencia de las libertades individuales y los derechos fundamentales de los seres humanos a través de un estado de derecho; cuando se obstaculiza el libre debate de ideas y opiniones se limita la libertad de expresión y el efectivo desarrollo del proceso democrático; el derecho a la libertad de expresión es esencial para el desarrollo del conocimiento y del entendimiento entre los pueblos, que conducirá a una verdadera comprensión y cooperación entre los hombres.

Toda persona tiene el derecho a buscar, recibir y difundir información y opiniones libremente en los términos que estipula el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Todas las personas deben contar con igualdad de oportunidades para recibir, buscar e impartir información por cualquier medio de comunicación sin discriminación, por ningún motivo, inclusive los de raza, color, religión, sexo, idioma, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.

El diccionario Larousse define la palabra censurar como: “L. Formar juicio de una obra. Corregir, reprobar, criticar. También nos dice que es sinónimo de desaprobación”. Hoy día vemos a muchos dueños o administradores de medios de comunicación, que en otro tiempo odiaban la censura, ser implacables censuradores de la libre expresión del pensamiento. Peor aún, se levantan con grandes editoriales cuando algunas de sus opiniones son reprobadas por el gobierno o cuando desde el gobierno se intenta regular los medios de comunicación. Y no es que comparta la regulación de los medios de comunicación, pero tampoco comulgo con la censura atroz de los administradores de medios de comunicación desde la redacción de ellos.

Aunque estamos en el siglo XXI todavía tenemos cavernarios trucutuses, que por envidia, baja autoestima, con vacío existencial profundo o simplemente por abuso de poder, manejan burlonamente los artículos que les adversan usando fotos disímiles al contenido del artículo, cambiando palabras, signos de puntuación y hasta duplicar párrafos para ridiculizar al autor. Con esa actitud se revela la poca calidad ética y profesional del redactor frente al público y su oficio.

“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión”. Artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Alguien dijo: “Cuando la libertad de expresión muere, el silencio habla, que calle el silencio”. Que se acabe la censura y que viva la democracia.