La propuesta hecha por los cinco senadores de las provincias fronterizas para que el gobierno establezca un acuerdo binacional y comercial entre la República Dominicana y Haití, es factible y necesaria ya que hay que establecer reglas claras que eviten que continúen produciéndose acciones negativas en contra del país, como ha ocurrido con la veda impuesta a la carne de pollo, los huevos, el salami, los plásticos y posiblemente la harina.
Este convenio es importante para el presente y futuro comercial de la República Dominicana, ya que lo que se ve venir de parte de ellos, son más restricciones a nuestros productos, debido a que existen en el gobierno y en el sector empresarial haitiano, intereses económicos y políticos que ven con buenos ojos que Martelli siga tratando de humillar a su vecino más solidario de toda su historia como “país”.
Pues, esto será así, ya lo veremos en los próximos meses que irán sumándoseles a la veda poco a poco por efecto de la teoría del dominó otros productos nacionales, que van a repercutir negativamente en el accionar comercial dominicano porque llevaría a los empresarios nativos, a dejar sin empleos a cientos de hombres y mujeres que viven de los negocios con Haití.
Pero lo cierto de todo esto es, que el anterior gobierno y este, han demostrado que no tienen planes, ni estrategias para enfrentar las planificadas barrabasadas acciones haitianas en perjuicio del pueblo dominicano.
¿Por qué decimos que el gobierno nuestro carece de planes y estrategias a corto y largo plazo?
Porque en vez de aplicar las herramientas que tenemos a mano nos hemos quedado en lloriqueos y amenazas de sometimiento ante los organismos internacionales y no buscamos en realidad mercados factibles para comercializar nuestros productos con otras naciones, por temor a represalias o por miedo a ser embestido por las bien remuneradas y anti dominicanas Organizaciones No Gubernamentales (ONGS), al servicio de embajadas foráneas. Y esto no puede ser así señor presidente.
Danilo Medina, debe adoptar una política firme, coherente y sin presión de ningún sector social o político, a fin de frenar el chantaje y la necedad del gobierno haitiano y de los empresarios de ese conglomerado social llamado Haití.
Hay que dejar a un lado los paños tibios y empezar de una vez por todas, a aplicar la ley migratoria en contra cientos de miles ilegales haitianos.
Sería prudente recordarles al gobierno que los dominicanos sabemos muy bien que esa invasión pacífica de haitianos ilegales está conectada con las disposiciones restrictivas que ellos han tomado en contra de este país y que además son parte del mismo tinglado que buscan crear un escenario que les permita pescar en rio revuelto, claro para la unificación demandada por las grandes naciones que respaldan a este conglomerado humano.
Y si no se les responde con fortaleza y firmeza nos tomarán el pelo y harán cuanto les venga en gana en detrimento de la nación dominicana y luego sería tarde para lamentarnos por el poder y respaldo que ellos exhibirán
Manos a la obra señor presidente evitemos que en el futuro no muy lejano sean estos los que decidan no solo en la elección de los presidentes, de los congresistas y los alcaldes, sino en la política que debemos llevar a cabo frente ellos.
Tenemos que dejar de ser solidarios con ellos en materia de salud. No podemos seguir entregándoles más del 30 por ciento del presupuesto de Salud Pública, destinado para los dominicanos(a), cuando aquí adolecemos de atenciones primarias.
Tampoco podemos permitir que los nacionales haitianos ilegales continúen desplazando a la mano de obra nuestra, ya que esto tarde o temprano generará enfrentamientos que pudieran arrojar victimas, que nadie quiere, pero que por la tozudez de los gobiernos títeres podría suceder.
Tanto va el cántaro al agua que se rompe, refrán popular que no deja de ser cierto cuando se trata de analizar el accionar de los líderes haitianos frente a un país como el nuestro, que más que ofenderlo y quitarle, le extendemos las manos en solidaridad por sus problemas de pobreza y marginalidad, que en cierta forma nosotros los tenemos también pero en menor escala.
Los peledeísta y los movimientos
El 16 agosto es el mes clave para ver y darse cuenta si el gobierno morado tiene voluntad para solucionar los problemas y el oído puesto en el corazón del pueblo, como alega el propio mandatario cada vez que visita una comunidad o a los productores nacionales.
¿Señor presidente les diremos qué es lo que quiere el pueblo? No hay dudas que son los cambios en el Gabinete, no reciclaje ni nepotismo, es lo que dicen las bases del PLD, quienes desean ser tomadas en cuenta al igual que los movimientos con el empoderamiento del que se dijo en campaña. No es así mi presidente.
Autor: Francis Pérez