Julio Vasquez.

Radio Renacer

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domingo, 25 de agosto de 2013

Un país con una justicia dirigida no puede tener seguridad

La justicia dominicana según tengo mis conocimientos, nunca la he visto imparcial. Siempre se ha escuchado en vox populi, que primero cae preso un simple pobre por sustraer un huevo de una gallina o de ruiseñor que dejase en su nido, que aquel político o empresario que desfalca el estado o una empresa, como se ha escuchado, se ha observado, como también se ha comprobado en los tribunales de nuestro tan desgraciado país.
En las decadas pasadas, ciertos ricos, la clase media y el populacho cifraron sus esperanzas en los partidos de oposición (PRD-PLD), ya que Joaquín Balaguer tenía un control total de este poder del estado, porque siempre buscaba la mayoría en el senado; que escogía los jueces del país y el 99.9% de estos eran miembros del Partido Reformista, amigos o familiares del presidente.
Al ganar el Partido Revolucionario Dominicano las elecciones del 1978, pudo ser una gran oportunidad de independizar la justicia del poder ejecutuvo, pero se dió el gacetaso o el robo de varios senadores, que mantubieron la justicia en manos del expresidente y Don Antonio Guzmán Férnandez, no pudo ejecutar las acciones que planteo en su programa de gobierno, para reformarla, a pesar de que en el suyo propio hubieron supuestos vicios que presuntamente influyeron en su suicidio.
Se cifraron grandes iluciones en la campaña del 1982, cuando el pueblo veía esa campaña de las manos limpias del Dr. Salvador Jorge Blanco difundirse por todos los lares de nuestra república. Salvador, un abogado de fuste de nuestros tribunales, un político de pies a cabeza y con conocimientos plenos de lo que ocurría, como la mayoría de todos los dominicanos por más inocente que fuere, les falló a su país, a sus confiados, pero sobre todo a su partido, al no erradicar por completo la política de la justicia.
Balaguer reconquistó el gobierno en el 1986, gracias a las diferencias liderales del PRD y volvió por sus fueros a hacer lo que siempre había hecho, ya que pregonó que en sus gobiernos del 1986-1994, se habían creados 300 nuevos millonarios, pero que la corrupción se detenía en las puertas de su despacho y no había justicia que investigara por lo menos los rumores, ni los pronunciamientos del presidente y para las elecciones del 1996 no se impuso al Dr. José Fco. Peña Gómez, por no cambiar su programa y en su gobierno no fuesen tocado el anillo de Elito, por lo cual se implantó al Dr. Leonel Fernández que pacto por la impunidad y este mandato paso sin ton ni son.
En el 2004 se escogió al Ing. Hipólito Mejía, que creo el Consejo Nacional de la Magistratura, un gran avance, pero no fue suficiente a pesar de contar con la mayoría en el congreso, porque se las repartió entre los partidos y prefirio reformar la constitución para imponer la relección que fue conquistada por José Francisco, la cual nubló las esperanzas del partido, lo dividió e hizo que retornara Leonel en las elecciones del 2004.
Se promocionaba a Leonel como el Mesías, que venía por sus experiencias salvar al pueblo dominicano, a pesar de dejar el gobierno en el 2000 muy desacreditado, por la corrupción y su muy mal manejo de los recursos del estado, pero no se veía eso, sino los errores del gobierno de turno y el pésimo manejo del partido de gobierno, al apoyar las iniciativas de Guido, Elnani y Eligio, más cuando Hipólito vociferaba, que la releección era maldita, pero al final se dejo seducir, para cerrar toda posibilidad de permanecer en el estado su partido, aunque sea con la chusma del pueblo.
Pues Leonel en sus úlitmos años de gobierno fue la acabose de la justicia dominicana, pues creó las altas cortes y se las repartió en contubernio con el expresidente del PRD el Ing, Miguel Vargas, pero manteniendo una mayoría que le ha permitido manejarse como si nada ha pasado, a pesar de malgastar alrededor de doscientos mil millones de pesos, dentro de los cuales muchos reposan en las cuentas de sus testaferros y le permitió comprar nuevamente a ciertos pendejos e ignorantes, para sentar a Danilo Medina en el gobierno, por Hipólito Mejía no querer pactar la corrupción y pasarle lo mismo que a Peña Gómez con Balaguer.
Ahora estamos en el gobierno de Danilo y la justicia seguirá por sus fueros complaciendo a los corruptos y, el pueblo al ver que no ha la hay, esta tomandola por sus manos, pero lo pero es la ola delincuencia; las muertes, los robos entre todos los estamentos sociales que se registran a diario, aunque la seguridad cuidadana se ha reforsado, pero no se ven positivos resultados. Es el primer año de este gobierno y aunque no creemos que pueda ver mejoría, estaremos pendiente por si acaso la hay, esperamos que si, solo pro esperanzas, aunque creemos que sucueda, por experiencias.
"No es que seamos pesimistas en este gobierno con los peledeistas, pero Danilo llegó al gobierno por los corruptos y no es verdad que con ellos se vuelva injusto".
Autor: Pablo Antonio Batista Rodriguez