La canciller alemana, Angela Merkel, se ratificó hoy en su postura contraria a una intervención militar en Siria, pese a las últimas denuncias del empleo de armas químicas por fuerzas del Gobierno de Bashar al Asad.
El portavoz de la jefa de Gobierno alemán, Steffen Seibert, afirmó hoy que el Ejecutivo rechaza "el camino de una solución militar" en este país de Oriente Medio y apuesta por la vía política.
"No creemos que esto se pueda arreglar militarmente desde fuera, sino que se debe organizar una solución política en Siria", explicó el portavoz.
La canciller aplaudió hoy en otro acto la disposición de Rusia a que una comisión internacional independiente investigue sobre el terreno el último ataque denunciado con armas químicas de las tropas leales a Al Asad, que podría haber costado la vida a un millar de personas según los rebeldes que luchan contra el Gobierno.
Las acusaciones por parte de la oposición de que el Gobierno sirio ha empleado el miércoles pasado armas químicas en la guerra civil que asuela el país árabe ha desatado una oleada de protestas a nivel internacional y, de nuevo, el debate sobre una intervención internacional que acabe con el conflicto.
Desde el comienzo de la guerra, Alemania se ha mostrado a favor de una solución dialogada, pese a la decepción que esta postura ha causado en algunos de sus aliados.