Julio Vasquez.

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jueves, 3 de junio de 2010

Hoy se conmemora Fiesta del cuerpo y la sangre de Cristo

detodounpoco809@gmail.com

Dios está presente con nosotros durante la eucaristía y esta presencia es más notoria al momento de la comunión.

La eucaristía es el sacramento que contiene el cuerpo y sangre de Jesucristo, nuestro Señor, y que fue instituído en la última cena al partir el pan y beber el vino: “Tomad y comed todos de él, porque este es mi cuerpo, que será entregado por vosotros” (Juan 6,51-58).

El feriado de hoy conmemora la institución de la Santa Eucaristía el Jueves Santo, explica el portal Corazones.org, con el fin de tributarle a la eucaristía un “culto público y solemne de adoración, amor y gratitud”.

Por eso es celebrada en las iglesias de América Latina el jueves después del domingo de la Santísima Trinidad.

Agrega el portal, que en Estados Unidos y en otros países la solemnidad se celebra el domingo después del domingo de la Santísima Trinidad.

Historia
Respecto a los orígenes de la celebración, el portal informa que Corpus Christi se remonta al siglo XIII. Dos eventos extraordinarios contribuyeron a la institución de la fiesta, agrega. Uno de ellos fueron las visiones de Santa Juliana de Mont Cornillon y El milagro Eucarístico de Bolsena/Orvieto.

El papa Urbano IV publicó la bula “Transiturus” el 8 de septiembre de 1264, en la cual, después de haber ensalzado el amor de Dios expresado en la Eucaristía, ordenó que se celebrara la solemnidad de “Corpus Christi” en el día jueves después del domingo de la Santísima Trinidad, al mismo tiempo otorgando muchas indulgencias a todos los fieles que asistieran a la Santa Misa y al oficio. La muerte de Urbano IV (en 1264), un poco después de la publicación del decreto, obstaculizó que se difundiera la fiesta.

Esta, continua el portal, fue aceptada en Cologne en 1306. El Papa Clemente V tomó el asunto en sus manos y en el concilio general de Viena (1311), ordenó una vez más la adopción de esta fiesta. Publicó un nuevo decreto incorporando el de Urbano IV. Juan XXII, sucesor de Clemente V, instó su observancia.