Sin pánico, pero sin cabos sueltos

Sin pánico, pero sin cabos sueltos
Las medidas de prevención para tratar de evitar que ingrese al país la peligrosa gripe porcina que está atacando a humanos en México, Estados Unidos, Canadá y España deben corresponderse con la gravedad del caso, pero sin inducir pánico ni dejar cabos sueltos. Además de los controles en aduanas, puertos, aeropuertos y frontera, un paso importante es proveerse de los medicamentos necesarios para atacar la enfermedad, pero estableciendo previamente si algunas de las fórmulas han sido objetadas o están bajo investigación de organismos competentes, como la Drug and Food Administration (FDA) de los Estados Unidos, por efectos secundarios dañinos.

Es necesario que toda persona con afección en vías respiratorias y procedente de los países atacados por la extraña mutación viral, sean debidamente examinadas y puestas bajo observación sanitaria. Debe distribuirse en todos los centros de salud, públicos y privados, el instructivo de manejo de eventuales casos de contagio. Nuestros vínculos comerciales con los países afectados por la gripe porcina justifican que haya un flujo constante de viajeros desde esos países hacia el nuestro y viceversa. Las medidas de prevención deben ser de dominio público para que los ciudadanos puedan cumplir la parte que le corresponde. La clave está en no causar pánico, pero tampoco dejar cabos sueltos.