El veterano periodista Emilio Reyes Ledesma pidió al jefe de la Policía, mayor general Nelson Peguero Paredes, que ordene una vigilancia en las inmediaciones de la vivienda de la señora Tania Cuevas, quien denunció sus temores de ser asesinada junto a sus tres hijos, por personas inescrupulosas que se han asociado para acometer contra ella y apoderarse luego de su vivienda.
Asimismo, Reyes Ledesma denunció que los que se han asociado en la trama contra su pariente son un policía expulsado por mala conducta a quien apodan Mikín y el nombrado Roberto Enmanuel Guzmán, quien labora para un alto oficial de la Policía, los que pueden ser localizados en la junta de vecinos del barrio Brisas del Este.
Sostuvo que Guzmán y el tal Mikín han formado una pandilla con Dania Javier Aquino, quien tiene un pequeño salón de belleza, su hermano Danny Javier, Cesar Moreta, Gabriel Pérez y Magdalena Gómez, quienes son bastante conocidos y temidos por sus travesuras en la calle Gardenias a una esquina de la calle Los Lirios.
La denuncia
La señora Cuevas denunció que esas personas acuden a su casa en horas de la madrugada a amenazarlos de muerte si no abandonan la vivienda, quienes le han advertido que ella está sola y que ellos cuentan con la protección de un coronel de la Policía.
La dama, quien reside en la calle Gardenias #20, a una cuadras de la calle Los Lirios, dijo que el coronel, a quien no identifica por el momento, cree que ella no es propietaria del solar, sino el Estado y no le ha importado que ella tenga documentos de la propiedad y la compra legalizada por el notario Jesús Cots Pool.
Dijo que personas al servicio de dicho coronel ya han tratado de quitarles la vida, envenenando agua y alimentos que consumen y sospecha que ese oficial policial tiene enllavaduras en el Departamento de Alta Tecnología, DICAT.
Dijo que sus sospechas se deben a que el encargado de la DICAT, Alexander Feliz y su asistente Bien Martínez, investigaron una querella de que su teléfono y sus cuentas en las redes sociales fueron hackeadas y se han negado a decirle quiénes son los responsables ni tampoco han ordenado su arresto para traducirlos a la justicia.
Dijo que debido a que ya no cree en que la Policía le va a resolver el problema acudió a la Fiscalía de Santo Domingo donde puso en manos de un fiscal adjunto copias de todos los documentos de su vivienda y de análisis de que ciertamente han consumido una sustancia tóxica, por lo que han tenido que ir varias veces al médico.