Con la fiesta de Cristo Rey del Universo celebrada el pasado domingo, hemos concluido el año eclesiástico. El próximo domingo es el primero del tiempo de Adviento e inicia un nuevo año eclesial.
Así como la sociedad organiza el año civil desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre, la Iglesia organiza el año eclesial en “tiempos litúrgicos”: Adviento, Navidad y Epifanía, le siguen las primeras semanas del Tiempo Ordinario, luego viene la Cuaresma, Semana Santa, Pascua y Pentecostés, y las últimas semanas del Tiempo Ordinario, concluyendo con la Fiesta de Cristo Rey del Universo… luego reinicia el ciclo con el Adviento.
Cada año el ciclo litúrgico es simbolizado con una letra: A, B, y C, con ellas, la Iglesia pretende que los fieles cristianos lean de forma organizada y cotidianamente los Evangelios sinópticos: Mateo, Marcos y Lucas, a lo largo de estos tres años, “uno cada año” : Mateo en el ciclo A, Marcos en el ciclo B y Lucas en el ciclo C. El Evangelio de Juan o cuarto Evangelio se lee en fiestas litúrgicas, durante la Semana Santa y Pascua, en la Solemnidad del Corpus Christi, el primero de enero y en otros momentos.
Los libros del Antiguo Testamento se distribuyen en las primeras lecturas de los domingos y dependiendo del ciclo, durante los días de la semana a lo largo del año, seguidos siempre por un Salmo. Los domingos se realiza además, una segunda lectura tomada del Nuevo Testamento y el Evangelio correspondiente.
El tiempo de Adviento se organiza en cuatro semanas durante las cuales nos preparamos a las celebraciones de Navidad y Epifanía. Durante estos días se combinan lecturas del Antiguo Testamento preferentemente de las profecías que anunciaban la llegada del Mesías, redentor, salvador del mundo. Las primeras semanas de Adviento se leen textos de los llamados “escatológicos” de Nuevo Testamento, los cuales varían durante la novena de navidad, en la que prevalecen los relatos de la infancia que encontramos en Mateo y Lucas: La genealogía de Jesús, la concepción y nacimiento de Juan Bautista, el Anuncio del Ángel, la Visita de María a Isabel, el Magnifica, El nacimiento del Mesías Salvador, la visita de los pastores, la adoración de los reyes, la huida a Egipto y la presentación de Jesús en el templo de Jerusalén con las profecías de Simeón y Ana.
El objetivo pedagógico es que el pueblo de Dios conozca la vida y enseñanzas de Jesús, las aplique a su vida, y podamos transformar la sociedad en un lugar fraterno, de paz, respeto a la vida y a la dignidad de cada ser humano según el proyecto de amor que Dios tiene para todos sus hijos e hijas.
Pidamos la Protección de Santa Catalina de Alejandría, cuya fiesta celebraremos mañana, para que bendiga a nuestras familias y podamos celebrar unidos en el amor el día de Acción de Gracias. Acompañemos con nuestras oraciones al Papa Francisco en su viaje por Kenia, Uganda y la República Centroafricana, donde estará del 25 al 30 de noviembre.
Hna. Alicia Galíndez 
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