Son aquellos amores en los cuales el amor se trasforma en costumbre, donde el respeto, el cariño, los detalles, se pierden y quizás por miedo a quedar solo, o por no ser tan valiente en decir la verdad, lo que algún día fue amor, se convierte en prisión.
Dejas de hacer las cosas que te gustan, de salir a tus lugares favoritos, de juntarte con tus amigos, con tus familiares, o compañeros de trabajo, simplemente cambias para complacer a quien tienes a tu lado.
Y dicen por ahí, que quien te ama, debe hacerlo por quien eres, no quien aparentas ser, por eso el amor es algo del día a día, de los pequeños detalles, de los cambios de rutinas, de las noches especiales, de los fines de semanas diferentes, todo lo que se hace repetitivo, termina cansando.
No permitas que tu relación caiga en esos amores, donde la libertad esta prohibida, donde tu propia identidad debe cambiar, primero debes valorarte y amarte, antes de poder amar a alguien mas.
Por eso los amores prisioneros, solo desgastan al cuerpo y al alma, porque en ves de estar viviendo, se esta sufriendo, solo es fingir a diario que se esta bien,por cualquiera que sea la razón por la cual nos queremos justificar, al final solo sera, una historia perdida y una mala experiencia en tu vida.
Si de algo estoy seguro, es que esta vida se nos dio, para disfrutarla de la mejor manera, amando con libertad, siendo quienes somos, sin caretas, sin miedos, solo dando lo mejor de nosotros a quien esta a nuestro lado, al final, son esos recuerdos buenos los que perduran en el tiempo.
Sal de la monotonía, no permitas que tus amores se conviertan en prisioneros, y si ya son amores viejos, conviértelos a nuevos y si son nuevos, mantelo vivo con los años, ya que no hay mejor experiencia que amar y ser amado.
Al final el amor es todo, porque Dios es amor.