CHIHUAHUA, Chih.— A una semana del homicidio de la activista Marisela Escobedo, su familia decidió abandonar el país y refugiarse en Estados Unidos, ante el temor de sufrir un ataque.
La secretaria general del Gobierno, Graciela Ortiz, confirmó que el esposo, tres de sus hijos y una nieta —hija de Rubí Frayre, asesinada hace dos años y causa del activismo de Escobedo— se trasladaron el domingo pasado a El Paso, Texas, donde permanecerán de forma indefinida.
La funcionaria estatal reconoció que al dejar Ciudad Juárez se rompió el canal de comunicación que mantenía la autoridad con los deudos de Marisela Escobedo, y detalló que ahora el contacto con ellos será a través de las organizaciones sociales que los apoyan.
Aseguró que el gobierno de Chihuahua garantiza la seguridad de la familia si su deseo es permanecer en la entidad, “por eso externamos la solidaridad y apoyo a la familia, sobre todo a los hijos de Marisela”.
Manifestó que la autoridad estatal buscó en todo momento el diálogo, además ha mostrado su interés de brindarle a la pequeña hija de Rubí y nieta de Marisela una vida digna; “sin embargo no hemos obtenido respuesta por parte de la familia”, comentó Ortiz.
Fiscalía escolta salida
El director de Gobernación del Estado, Wilfrido Cambell, dio a conocer que personal de la Fiscalía General del Estado acompañó a la familia hasta un puente internacional y ahí los resguardó hasta que lograron cruzar la línea fronteriza.
Tal hecho fue criticado por el Partido Acción Nacional, fuerza política que calificó al gabinete de la administración del priísta César Duarte de “polleros por conformarse con llevar a ciudadanos chihuahuenses a otro país en lugar de garatizarles seguridad”, según palabras del líder local panista, Miguel La Torre Sáenz.
En menos de una semana, los hoy exiliados tuvieron que lamentar la muerte de dos de sus seres queridos, cuyos homicidios se suman al de otro miembro de la familia, Rubí Frayre, cuyo crimen despertó el movimiento social que encabezó Marisela Escobedo.
Los antecedentes
Apenas el 17 de diciembre, la activista Marisela Escobedo fue blanco de una agresión en las puertas del Palacio de Gobierno de Chiahuhua, en el que un hombre le disparó a quemarropa en la cabeza.
Dos días después, Manuel Monge Amparán, cuñado de Marisela, fue encontrado sin vida en calles de la colonia Constitución, de la fronteriza Ciudad Juárez, horas después de que fuera secuestrado por un comando, que incendió con bombas caseras una maderería propiedad de la familia.
Una fuente allegada a los hijos de la activista Escobedo confirmó que analizan pedir asilo político en el vecino país, aunque todavía no es un hecho que lo hagan.
martes, 11 de enero de 2011
Emigran familiares de Marisela Escobedo
4:19 p. m.