Escrito por: L. Ramfis Domínguez Trujillo
Luego de leer el artículo titulado “‘Vigencia’ de un Fantasma”, publicado en este periódico y de la autoría de uno de los integrantes del movimiento comunista 14 de Junio, quien intenta dilucidar el porqué de la vigencia del Generalísimo Rafael Leónidas Trujillo Molina en la vida cotidiana y la memoria indeleble de la República Dominicana (muy a pesar de las nefastas intenciones del pequeño sector de anti-trujillistas recalcitrantes y su campaña masiva de anti-historia), nos parece oportuno esclarecer algunos puntos.
El autor atribuye este fenómeno simplemente al hecho de que “ocasionalmente” se escriben algunos libros sobre el Presidente Trujillo, y que en los medios de comunicación se habla de él con “frecuencia” y en términos del “presente”. Esta crónica obvia señalar que los libros sobre Trujillo y su gobierno son los más vendidos en el país, y que cualquier mención de su figura en los medios de comunicación genera pasiones y fascinaciones.
A los casi 50 años de su muerte, el legado del Jefe se puede apreciar en toda la entereza del territorio nacional, con los más de 350 puentes construidos, los 8 puertos, casi 4,000 escuelas, las carreteras, las iglesias, la electrificación y el sistema vial del país, los edificios construidos para las gobernaciones y los ayuntamientos, el Palacio Nacional, Bellas Artes, la Universidad Autónoma de Santo Domingo, la moneda dominicana, el Banco Central, Banco de Reservas, Banco Agrícola, los hospitales, los servicios sociales, el desayuno escolar y también la infraestructura gubernamental y las bases que sentó su gobierno. Esta pequeña reseña de los 31 años de laboriosidad nacional sin embargo, no cuenta con la porción de su legado que fue saqueado o los prodigiosos adelantos alcanzados que fueron desaprovechados o que cayeron víctimas de la involución prácticamente indetenible que, lamentablemente ha vivido la patria dominicana después su muerte. ¿No tendrá todo esto algo que ver con este fenómeno? El apoyo abrumador que ha recibido la fundación desde sus inicios nos demuestra que sí.
Este ensayista también culpa el hecho de que no se ha podido producir un “cambio profundo en la política dominicana”. Sin embargo, consideramos que el caos y la inestabilidad económica, social, delictiva, industrial, educativa, cultural y demás se debe precisamente a los cambios tan desfavorables que se han producido en el desempeño de los gobiernos de nuestra querida patria después de la muerte del Jefe y el fin de la denominada “Era de Trujillo”.
Para esto, solo hay que escudriñar los logros de la época, y las condiciones superadas en cada uno de estos renglones para apreciar el orden, el desarrollo, el adelanto, y la bonanza que vivió la nación dominicana en ese momento. ¿Fue perfecto? Ningún gobierno es perfecto, y por eso existe la necesidad imperiosa de estudiar todos los aspectos de su gobierno, las virtudes y las deficiencias, pero con datos irrebatibles y bien fundados, no con dimes y diretes que solo pretenden fortalecer una leyenda negra plena de desvirtúes y desengaños que también desprestigian titánicamente al pueblo dominicano.
También es importante señalar que el gobierno del Dr. Joaquín Balaguer fue en parte producto de esa era, y que como tal, cumplió con la misión ineludible de erradicar el remanente de la ola comunista que amenazaba la región y al país, y contra la cual el Jefe nos defendió a carta cabal y gracias a la organización y el ahínco de nuestras fuerzas castrenses. Después de más de 50 años de régimen comunista en la isla de Cuba (para solo citar un ejemplo), podemos ver los resultados perniciosos que ha legado esa ideología tan retrograda que muchos acogieron y defendieron con sus vidas. En vista de esta realidad irremediable, el mismo Fidel Castro recientemente tuvo que admitir el fracaso de su sistema político.
A pesar de estos deslices, podemos afirmar estar totalmente de acuerdo con la opinión emitida al cerrar este segmento, donde afirma el autor que aun hoy existe la “curiosidad…por saber la VERDAD”. Deja implícitamente claro que aun no se sabe toda la verdad sobre este periodo tan importante de nuestra historia. Este es el cometido de la Fundación Rafael Leónidas Trujillo Molina (www.fundaciontrujillo.org) y trabajaremos arduamente y sin tregua para aportar a las efemérides de la República Dominicana las verdades incontrovertibles de la época que hablan por sí solas de la grandeza del pueblo dominicano.
miércoles, 9 de febrero de 2011
“El auténtico fantasma del jefe”
2:36 p. m.
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