El arzobispo emérito de Santiago, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, recomendó ayer a la sociedad en su conjunto reducir la violencia verbal que conduce a la violencia física y por lo general a hechos trágicos que sacuden la familia.
Dijo que la violencia verbal, es el comienzo tantas veces de la violencia que termina con un disparo en el cuerpo de alguien, que termina con un ataque físico, la violencia verbal, la violencia verbal en las familias.
Indicó “cuánto daño se hace cuando se usa la palabra para herir, para dañar; cuántos hijos les dicen a sus padres: “papá, mamá, no me hable de esa manera, porque me haces daño””.
Y agregó el arzobispo emérito cuántas personas hay que llevan sus almas llenas de rabia y llenas de ira, porque se sembró en sus almas, en sus corazones, una violencia verbal, y la reproducen luego a través de la vida, y ojalá se quedara en simples palabras, pero la violencia verbal, repetimos, pasa t
“Trabajemos la violencia verbal, no respondamos a la violencia verbal, porque va creciendo y va aumentando”, dijo monseñor de la Rosa y Carpio.
Sostuvo en su artículo Un Momento deldiario55.com, que la violencia verbal hay que trabajarla igual o más, tal vez, que la violencia física, porque en algún momento comenzó con una violencia verbal.
Y pidió, asimismo retomar el tema de la violencia verbal, el tema de la palabra, ya que nada se hace sin la palabra, como nos afirma a nosotros la Escritura, porque detrás de cualquier acción, hay una palabra, y detrás de violencias físicas, está la violencia verbal.
Ratificó trabajar la violencia verbal, no respondamos a la violencia verbal, porque va creciendo y va aumentando; la violencia verbal hay que trabajarla igual o más, tal vez, que la violencia física, porque la violencia física en algún momento comenzó con una violencia verbal.
jueves, 17 de septiembre de 2015
Monseñor de la Rosa y Carpio pide reducir violencia verbal
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