Respecto a los que se mantienen vírgenes, no tengo mandato alguno del Señor; pero los consejos que les doy son los de un hombre a quien el Señor en su bondad ha hecho digno de crédito.
Yo pienso que ésa es una decisión buena. En vista de las dificultades presentes, creo que es bueno vivir así.
¿Tienes obligaciones con una mujer? No intentes liberarte. ¿No tienes obligaciones con una mujer? No busques esposa.
Si te casas, no cometes pecado, y tampoco comete pecado la joven que se casa. Pero la condición humana les traerá conflictos que yo no quisiera para ustedes.
Esto quiero decirles, hermanos: el tiempo se ha acortado. En adelante, los que tienen esposa deben vivir como si no la tuvieran;
los que lloran, como si no lloraran; los que están alegres, como si no lo estuvieran; los que compran, como si no hubieran adquirido nada;
y los que gozan la vida presente, como si no la gozaran. Piensen que todo lo actual está pasando.
miércoles, 10 de septiembre de 2008
Matrimonio y virginidad.
8:28 a. m.
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