Julio Vasquez.

Radio Renacer

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domingo, 28 de junio de 2015

Iglesia Católica reclama por asesinatos jóvenes para quitarles celulares, critica vida no valga nada

¡Tronó! la Iglesia Católica Dominicana, por la muerte de dos jóvenes para quitarles sus celulares en el gigantesco complejo habitacional Villa Olímpica de esta ciudad, así como por otros hechos de violencia y delincuencial ocurridos en distintos puntos del país, lo que hace demostrar como dice en un trozo una canción de Silvio Rodríguez, que la  “vida no vale nada”, según manifiestan en el editorial de la última tirada del semanario Camino.  
Relata que, en menos de 15 días la Ciudad Corazón ha visto caer a dos jóvenes en la Villa Olímpica, quienes fueron asaltados para quitarles el celular que portaban.
  “Para algunos malhechores la vida no vale nada, y ante esta tragedia, ¿cómo explicarle a los padres de Luis Medrano Reyes, de 23 años, y Cristian Almonte, de 24, la desaparición en fracción de segundos, de sus hijos”, pregunta la institución religiosa.  
También se cuestiona, ¿cómo entender que haya desalmados que armados de odio y rencor social, anden sembrando el luto, dolor, desaliento y muerte en el país?.
  Recuerda que, “como hemos dicho en otras ocasiones, parece que los delincuentes están poniendo de rodillas a una población que aspira vivir en paz, condición indispensable para alcanzar el desarrollo”.
 Exhorta a la sociedad, a que no permita que el dolor y la impotencia frente al crimen reduzcan las energías que necesitamos para enfrentar tanto desasosiego.  
Reclama que, las autoridades y ciudadanía estamos llamados a sentar las bases de un nuevo día en Santiago de los Caballeros, la región Norte y todo el país. 
Afirma que, “nuestras calles no pueden continuar siendo un campo minado”, porque la seguridad ciudadana es un clamor nacional, puesto que el pueblo tiene el derecho de vivir en paz y sin el sobresalto de ver a sus ciudadanos y ciudadanas perder la vida en un instante a manos criminales, termina fijando su posición en la nota editorial. 
Autor: HILARIÓN ISALGUÉZ