El Patriarca Kirill (Cirilo) se dirigió a la Cámara de Diputados (Duma). La cabeza de la Iglesia Ortodoxa Rusa pidió a los diputados comenzar una campaña en contra del aborto en dos fases: cancelar cualquier cobertura estatal para llegar al objetivo de la prohibición en toda la nación.
«Si logramos reducir el número de abortos en un 50% tendríamos un crecimiento estable y potente de la población»
Me llama la atención, quizá por falta de costumbre
- lo valiente, directo y sin complejos del discurso, como elementos positivos
- lo consecuencialista y pragmático, como elementos negativos
No digo que no, pero para mí el tema del evidente desplome demográfico no es el principal argumento para la defensa de la vida del no nacido. Tampoco el secundario. Eso sí, no se le puede negar que el Patriarca no se deja amilanar por lo «políticamente correcto»:
«El argumento de que la prohibición podría provocar un aumento en el número de abortos clandestinos es una tontería»
Así, ‘tontería’, sin anestesia. Y postuló que como los abortos cuestan dinero, que al menos los contribuyentes no tengan que pagarlos.
En este sentido propuso que, aparte de prohibiciones y restricciones, el Estado deberíaechar una mano a los jóvenes con el tema de la vivienda e introducir normas éticasen el ámbito médico, ofreciendo ‘estímulos adicionales’ al personal sanitario que se preocupa por la vida de los ‘niños concebidos’. Continuó la línea ética defendiendo, otra vez, su oposición a la maternidad subrogada.
A pesar de todos los peros que se quiera, es evidente que hay sociedades que han visto el abismo al que nos asomamos y que quieren ponerle solución. Y curiosamente esas sociedades son las que resurgen de decenios de opresión socialista.