Lo injusto de la justicia.

En los ultimos dias, hemos leido numerosos escritos cuestionando la integridad moral de la Justicia, ello asi por las constantes denuncias de corrupción que se hace a los miembros del ministerio Público, a actuaciones incorrecta de jueces y la falta de capacidad de algunos integrantes del Poder Judicial, sin que contra esto se haya hecho absolutamente nada.

La realidad es que resulta preocupante la situación de descomposición que afecta al Aparato Judicial , lo cual no deja de ser el reflejo de lo que vive la Sociedad Dominicana. Todo debido a que un gran porcentaje de quienes la representan han perdido el sentido de la Justica. No han aprendido que desde esa Óptica y la luz de lo que realmente debe ser este poder del Estado es mejor ser victima de una injusticia que actual injustamente; pues ella- la injusticia- conduce a la perdida del honor, destrozando la nobleza de los hombres y sus virtudes.

No he resultado suficiente el proceso de reforma del Aparato Judicial, el cual no solo se inició tardiamente, sino que ha quedado inconcluso para fortalecer la Justicia Dominicana, para ello es determinante entender, que el derecho como ciencia es un instrumento activo de moralidad. El organo del Derecho es la conciencia al igual que el deber entonces a más conciencia más Derecho a más actividad del derecho más vida en la conciencia. He aqui la importancia de quienes las componen.

Para ser miembro del Poder Judicial hay que tener vocación. Esta palabra puede parecer exagerada pero hay una sabiduria extraordinaria en ella. La Justicia exige que sus miembros sean incuestionablemente justos, pues la ciencia del Derecho los reconoce cada vez más como organo fundamental del Derecho. Este una vez se solifica se transforma en institución, de la cual debera emanar lo que la gente reclama; Justicia. La formación de sus integrantes debe ser lo suficientemente solida como para que ellos tengan conciencia de lo que representan.

Resultan injustos con su comportamiento aquellos que deshonrran esta intitución, pero más aún quienes están llamados a regularla y supervisarla cuando la naturaleza de ella es ser justa.

Sin embargo bajo el esquema actual la realidad es que estamos expuestos a multiples demanes, sobre todo de aquellos que carecen de conciencia y que con sus actuaciones perdieron la dignidad.