Julio Vasquez.

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sábado, 6 de marzo de 2010

Las Fantasias Sexuales en las mujeres


Julio Paredes/EDLP — Las fantasías sexuales no son exclusivas para los hombres, las mujeres también desean experimentar una fascinación en el sexo no rutinario. ¡Ellas quieren sentirse como las verdaderas reinas de la cama!.

A muchos les sorprenderá las exigencias de las féminas a la hora de buscar la satisfacción sexual, incluso a los caballeros menos conservadores.

El portal Enplenitud.com ofrece información completamente gratis sobre como mejorar la sexualidad y la relación en pareja.

Sexólogos, especialistas y las mismas mujeres ofrecen una lista en dicho sitio de internet de lo que se podría llamar “fantasías lujuriosas”.

Una de las preferencias de las chicas durante la intimidad es que el hombre utilice en su totalidad la boca y en especial la lengua por su cuerpo.

Otras prefieren que su amante les ofrezca “sexo salvaje” o como si acabara de conocerla, dejando atrás el trato delicado y cordial.

Ellos también deberían ampliar el léxico sexual, según las cartas enviadas por las mujeres al portal. Muchas llegarán al clímax escuchando frases sensuales y hasta un poco desagradables, créanlo o no.

Unánimemente, la agresividad en la cama es algo que a ellas les llama mucho la atención. Más allá del lenguaje provocativo, ser atadas o tiradas del cabello les excita con facilidad.

Un buen consejo para los caballeros es provocar en las mujeres sensaciones profundas. Durante la relación sexual, ellos deben contemplar y focalizar con gran atención el cuerpo femenino entero. A ellas les gusta que le besen el área del tobillo, la espalda, la muñeca y los muslos, despertando sensaciones en zonas más allá de la vagina.

El sexólogo Ezequiel López Peralta dice en su sitio en internet, www.ezequiellopezperalta.com, “aprovechar el poder de las fantasías sexuales es fundamental en este proceso de ‘redición’ del erotismo. Las fantasías están para orientar nuestras acciones, pero eso sí, debemos preocuparnos por dejar siempre alguna por practicar, de manera tal de tener en todo momento nuevos incentivos para desarrollar la sexualidad. Por suerte la capacidad humana de crear es infinita y esto podemos aplicarlo al sexo”.

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