En su segunda jornada de visita en Miami, poco antes de dirigirse al aeropuerto para regresar a Washington, la comitiva del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se dirigió hasta la ermita donde se encuentra la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, en Miami. Allí permaneció durante varios minutos y habló con el sacerdote del templo. La visita no estaba prevista.
(Afp/Efe) Con esta visita el presidente estadounidense quiso «presentar sus respetos a la diáspora» cubana y «honrar los sacrificios que los cubanoestadounidenses han hecho en su búsqueda de la libertad», según ha afirmado la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Bernadette Meehan.
Obama llegó al templo y se dirigió directamente a la parte delantera de la ermita, donde ha charlado durante unos minutos con el rector de la iglesia, el padre Juan Rumín Domínguez.
El presidente y el sacerdote permanecieron de pie frente a un gran mural que preside el presbiterio de la iglesia, mientras una docena de personas se encontraban sentadas en el interior de la Ermita.
En su anuncio en diciembre pasado sobre el restablecimiento de relaciones con Cuba, el presidente estadounidense mencionó a la ciudad de Miami como un lugar que «nos recuerda que los ideales son más importantes que el color de nuestra piel» y «una demostración de lo que el pueblo cubano pueda lograr».
La visita de Obama a este símbolo del exilio cubano se produce cinco meses después de que anunciara en diciembre pasado su intención de normalizar las relaciones diplomáticas con Cuba tras casi seis décadas de hostilidades y retórica política, proceso ya avanzado y que en su día contó con la mediación del Papa Francisco.