El Secretariado general de la Oficina de las escuelas cristianas en Israel interpreta come «un paso positivo» el encuentro con el presidente israelí Reuven Rivlin para discutir sobre la crisis en la que se encuentran las escuelas cristianas en Israel. Sin embargo, según el organismo de coordinación, la solución de la crisis «requiere más negociaciones», por lo que «las escuelas permanecerán cerradas hasta nuevo aviso».
(Fides) La declaración de suspensión de las actividades escolares ha sido confirma en el comunicado de prensa de la Secretaría difundido en los medios de comunicación del Patriarcado Latino de Jerusalén.
El mismo documento proporciona algunos detalles de la reunión que se llevó a cabo el lunes, 24 de agosto de 2015 en Jerusalén, entre el Comité de negociación de las Escuelas Cristianas presidido por el obispo Giacinto-Boulos Marcuzzo, vicario patriarcal para Israel del Patriarcado Latino - y el Presidente Rivlin. En el encuentro también estuvo presente el ministro israelí de Educación Naftali Bennett, acompañado por una delegación del Ministerio.
«El Presidente Rivlin» se lee en el comunicado «abrió la reunión apreciando el papel de las escuelas cristianas en Israel, subrayando la importancia de la experiencia educativa excepcional que ofrecen desde hace muchos años». Por su parte, el ministro Bennett reafirmó su apoyo a la existencia de las escuelas cristianas en el país y el compromiso de buscar soluciones a la crisis presupuestaria a la que se enfrentan. Las escuelas cristianas se han comprometido a preparar un informe técnico sobre los balances y aspectos financieros de su actividad educativa.
El 27 de mayo, las escuelas cristianas de Israel – a las que asisten 30 mil estudiantes, de los cuales sólo la mitad son cristianos - había organizado una manifestación sin precedentes para denunciar las políticas discriminatorias de las que sienten objeto por parte del gobierno. Estas pertenecen a la categoría de escuelas «reconocido pero no públicas» y reciben una financiación parcial del Ministerio. El resto del costo es cubierto por la tarifa pagada por los padres.
Desde hace años, el Ministerio de Educación trata de reducir el presupuesto de las Escuelas Cristianas (en la última década en un 45%), lo que ha obligado a las escuelas cristianas a aumentar el coste soportado por las familias de los estudiantes. El recorte de los fondos afecta principalmente a los padres de la población árabe-israelí para los cuales, como es sabido, el ingreso familiar promedio está por debajo de la media nacional.
Antes de esa manifestación, un comité designado por las Escuelas Cristianas en Israel había realizado, durante ocho meses, negociaciones con el Ministerio y el Ministerio habíapropuesto que las escuelas cristianas se convirtiesen en escuelas públicas. Esta propuesta ha sido interpretada por los propietarios de las escuelas (iglesias y monasterios), como el final de la empresa educativa cristiana, y un duro golpe a las comunidades cristianas de Tierra Santa.