¿Tiene solamente un minuto para limpiar los pisos de su casa?, no hay problema. Sólo tiene que saber cómo limpiar cada clase de piso y cuántas veces a la semana hacerlo.
Donna Smallin, experta en limpieza y organización del hogar, dice en su libro The One Minute Cleaner, Plain & Simple que el piso de madera hay que limpiarlo con frecuencia utilizando un trapo blanco de algodón, que además de recoger el polvo le saca brillo.
Si la madera tiene rastros de aceite, pintura, tinta, pintalabios y alquitrán, sólo moje el trapo con un poquito de acetona o quitaesmalte.
Para limpiar residuos de goma de mascar o de cera de velas, tiene que utilizar un poco de hielo y una tarjeta de crédito y hacer lo siguiente: ponga sobre el residuo de chicle o cera un pedazo de hielo y luego, con cuidado, restriegue el área con uno de los bordes de la tarjeta de crédito.
Si la madera es laminada, no se le ocurra utilizar un limpiador que tenga sustancias químicas fuertes, pues removerán la capa protectora con la que fue tratada para darle brillo.
Juan Salas, contratista instalador de pisos de madera, señala que esta clase de piso debe limpiarse con un paño de algodón seca o pasarle simplemente la aspiradora.
"Si tiene áreas con depósitos profundos de polvo, los puede retirar con un paño humedecido con agua y un poco de jabón suave y no hay que usar alcohol ni disolventes que puedan manchar el piso", explica Salas.
Por su parte, Smallin aconseja limpiar el piso de madera laminada con un trapeador humedecido con una combinación de agua y vinagre. Para preparar la mezcla, vierta una taza de vinagre blanco en un galón de agua.
Si tiene piso de parqué, límpielo como lo hacían las abuelas: primero bárralo para retirarle los residuos de tierra y luego esparza sobre él un poco de aceite de oliva utilizando un paño de algodón limpio. El aceite no sólo le dará brillo, sino que evitará que la madera del parqué se reseque.
En el caso de la madera encerrada, pase primero un trapo húmedo. Espere que seque y luego prosiga a ponerle una nueva capa de cera.
Linóleo
Para limpiar los pisos de baños o cocina de linóleo, Smallin explica en su libro que hay que remover primero todo residuo de comida con un trapo húmedo y restregar con un trapo sobre las marcas negras que dejan los zapatos con suela de goma.
Limpie luego con un agua mezclada con un poco de vinagre blanco (siga la receta anterior).
Según la experta en limpieza, cuando se usa jabón u otro tipo de limpiador y no se remueven por completo, el piso queda pegajoso y se le pega la tierra y el polvo.
Si el linóleo está muy viejo, su limpieza debe hacerse con un trapeador mojado con agua y amoniaco. Esta mezcla se elabora vertiendo dos tazas de amoniaco en un galón de agua caliente.
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martes, 22 de abril de 2008
9:35 a. m.
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