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viernes, 18 de enero de 2013

El Papa pide rezar por la reconciliación entre todos los cristianos

Benedicto XVI ha invitado a todos a rezar «con insistencia» a Dios por la reconciliación entre todos los cristianos, con motivo de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos que comienza este viernes bajo el lema «¿Qué exige el Señor de nosotros?» El Pontífice ha deseado que «la fuerza inagotable del Espíritu Santo impulse a un sincero compromiso en la búsqueda de la unidad» para que todos profesen juntos que «Jesús es el salvador del mundo».
 
(EP/InfoCatólica) El evento, una iniciativa del Consejo Mundial de Iglesias y el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos de la Iglesia Católica, será clausurado el 25 de enero por el Papa en Roma con la Celebración de las Vísperas en la Basílica de San Pablo Extramuros.
La Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2013 se celebrará en todo el hemisferio norte del 18 al 25 de enero, fechas propuestas en 1908 por Paul Watson para cubrir el periodo entre la fiesta de san Pedro y la de san Pablo, que tienen un significado simbólico para la unidad entre los cristianos.
Sin embargo, en el hemisferio sur, donde el mes de enero es tiempo de vacaciones de verano, las Iglesias frecuentemente adoptan otra fecha para celebrar la semana de oración, por ejemplo en torno a Pentecostés, fecha sugerida en 1926 por el movimiento Fe y Constitución, que representa también otra fecha simbólica para la unidad de la Iglesia.
El texto de 2013 ha sido publicado por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) a través de su Comisión de Fe y Constitución que acompaña el proceso de la producción del texto presentado sobre un tema bíblico y que ha sido editado por el CMI (protestantes y ortodoxos) y católicos romanos para seguir la búsqueda de la Unidad de la Iglesia.
El material final ha sido enviado a las iglesias miembros y las diócesis católicas romanas, que traducen el texto y buscan contextualizarlo para su propio uso teniendo en cuenta las prácticas litúrgicas y devocionales locales así como el contexto socio-cultural.
Este es el programa para cada uno de los días de la semana (ocho días, de viernes a viernes):
  • Día 1: Caminar conversando. Reflexionamos sobre la importancia del diálogo y de la conversación como un medio para superar obstáculos. Tanto para el ecumenismo, como para las luchas por la liberación de las personas en todo el mundo, la capacidad de hablar y de escuchar son fundamentales. En este tipo de conversación auténtica podemos llegar a reconocer a Cristo con más claridad.
  • Día 2: Caminar con el cuerpo partido de Cristo. Al reconocer la solidaridad entre Cristo crucificado y los ‘pueblos partidos’ del mundo, como los dalits, intentamos juntos como cristianos aprender a compartir entre nosotros esta solidaridad de una manera más profunda. Se pone de manifiesto, sobre todo, la relación entre eucaristía y justicia y se invita a los cristianos a descubrir modos concretos de un vivir eucarístico en el mundo.
  • Día 3: Caminar hacia la libertad. Hoy se nos invita a celebrar los esfuerzos de comunidades oprimidas en todo el mundo, como los dalits en la India, cuando protestan contra todo aquello que esclaviza a los seres humanos. Nosotros, cristianos comprometidos con una mayor unidad, aprendemos que la eliminación de todo lo que separa a las personas es esencial para alcanzar la vida en abundancia, la libertad en el Espíritu.
  • Día 4: Caminar como hijos de la tierra. Tomar conciencia de nuestro lugar en la creación de Dios nos une los unos a los otros, porque nos hace ver nuestra interdependencia, entre nosotros y con la tierra. Teniendo en cuenta la urgencia del cuidado del medioambiente y de una correcta y justa repartición de los frutos de la tierra, los cristianos están llamados a unas vidas de testimonio activo en el espíritu del año jubilar.
  • Día 5: Caminar como los amigos de Jesús. Hoy reflexionamos sobre las imágenes bíblicas de la amistad y el amor humano como modelos del amor de Dios hacia cada ser humano. Vernos como amigos muy amados de Dios tiene consecuencias para nuestras relaciones dentro de la comunidad de Jesús. Dentro de la Iglesia, toda barrera de exclusión es incompatible con una comunidad donde todos son por igual los amigos muy amados de Jesús.
  • Día 6: Caminar más allá de las barreras. Caminar con Dios significa caminar más allá de las barreras que dividen y perjudican a los hijos de Dios. Las lecturas bíblicas de este día miran a distintos modos de superar las barreras humanas y culminan con la enseñanza de san Pablo: «Incorporados a Cristo por el bautismo os habéis revestido de Cristo. Ya no hay distinción entre judío y no judío, ni entre esclavo y libre, ni entre varón y mujer. En Cristo Jesús, todos sois uno» (Ga 3, 27-28).
  • Día 7: Caminar en solidaridad. Caminar humildemente con Dios significa caminar en solidaridad con todos los que luchan por la justicia y la paz. Caminar en solidaridad tiene implicaciones no solo para los creyentes en cuanto individuos, sino también para la naturaleza misma y misión de toda la comunidad cristiana. La Iglesia está llamada y capacitada para compartir el sufrimiento de todos y de todas a través de la defensa y el cuidado de los pobres, los necesitados y los marginados. Esto está presente en nuestra oración por la unidad de los cristianos de esta semana.
  • Día 8: Caminar en celebración. El texto bíblico de este día habla de celebración, no en el sentido de celebrar un exitoso desenlace final, sino como signo de esperanza en Dios y en la justicia de Dios. Del mismo modo, nuestra celebración de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos es nuestro signo de esperanza de que alcanzaremos nuestra unidad en los tiempos de Dios y con los medios de Dios.