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martes, 16 de febrero de 2016

Cuaresma, camino hacia la Pascua

Cuaresma es un periodo de cuarenta días en los cuales la Iglesia invita a prepararse para vivir la Pascua. Es importante no perder de vista la meta que es la Resurrección de Jesucristo, porque la fe que profesa la Iglesia es de vivos y no de muertos, por lo tanto estos cuarenta días son un tiempo especial de preparación que incluyen el ayuno, la limosna y la oración, la práctica de las obras de misericordia corporales y espirituales, que deben llevar por el camino del perdón y la reconciliación, la escucha a la Palabra de Dios y la conversión, para conmemorar la pasión, muerte y resurrección del Señor Jesucristo en los días de la Semana Santa.
    
La Cuaresma tiene un sentido simbólico que se fundamenta en las Sagradas Escrituras. Comenzando por el Génesis con el relato del Diluvio universal -llovió durante cuarenta días-, en el Éxodo, -El pueblo de Israel caminó 40 años por el desierto hacia la tierra prometida-, Moisés estuvo reunido con Dios 40 días en el Sinaí y allí Dios le entregó las tablas de la ley.        

En el libro de los Reyes -El profeta Elías, caminó durante 40 días hasta llegar al Monte Oreb-. El profeta Jonás le predicó a los ninivitas “dentro de 40 días Nínive será destruida si no se convierten” y ellos se convirtieron. Al llegar al Nuevo Testamento el mejor ejemplo es Jesús, quien estuvo 40 días en el desierto sin comer ni beber y al final fue tentado por el demonio y con la ayuda de Dios venció las tentaciones.
    
La riqueza del tiempo litúrgico de Cuaresma está en las celebraciones litúrgicas organizadas en cinco domingos, y la Semana Santa, que incluye el Triduo Pascual (jueves santo, viernes santo y sábado santo). Cada uno de estos acontecimientos según el ciclo litúrgico, va llevando al cristiano hacia la experiencia de la Pascua de Resurrección que se prolonga cincuenta días, hasta pentecostés.
    
Cada año la liturgia cuaresmal propone para los tres ciclos litúrgicos A, B y C, los mismos textos bíblicos. En el I domingo de cuaresma el relato de las tentaciones de Jesús en el desierto (Mateo, Marcos y Lucas) de igual modo en el II domingo el relato de la Transfiguración (Mt, Mc y Lc)). Las variaciones de los ciclos litúrgicos se dan a partir del III domingo de cuaresma que en el ciclo C, hace referencia a “Los Galileos asesinados por Pilato”, y la invitación de Jesús a la conversión, si no quieren perecer como ellos. (Lc 13,1-9). El IV domingo presenta la parábola del Hijo pródigo o también llamada “Parábola del Padre Misericordioso”, que se encuentra en el evangelio de Lucas 15, 1-3 y 11-32. El V domingo de cuaresma relata el episodio de la mujer sorprendida en adulterio, llevada ante Jesús para ser apedreada (Jn 8,1-11). Estos textos tienen unidad temática y conducen progresivamente a la conversión y a la adhesión amorosa de la fe.
    
Sigamos viviendo la Cuaresma con espíritu de conversión y oremos por los frutos de la visita realizada por el Papa Francisco a México, que concluirá este miércoles 17 de febrero.
Hna. Alicia Galíndez