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martes, 1 de diciembre de 2015

¿Cuándo fue la última vez expresamos nuestra gratitud?

Agradecer, una de las cualidades y virtudes más trascendentales en la vida del ser humano, pero que por desgracia, muy pocos practican. 

Para poder agradecer, debe existir de antemano en el ser humano un reconocimiento de todo lo bueno que le rodea. Se debe observar con detenimiento lo que existe tanto en nuestro interior como a nuestro alrededor. Por algún déficit que aun no logro entender, los seres humanos tendemos a observar y a enfocarnos en todo aquello que nos hace falta.
    
Buscamos la forma de trabajar más horas, nos basamos en creer que estaremos felices y agradecidos cuando compremos tal pieza para vestir y nos olvidamos de agradecer el hecho de que ya  tenemos un cuerpo para vestir. Elegimos nuestras amistades no precisamente por lo que son, sino, por lo que aparentan ser, por lo que nos pudieran ofrecer. No se busca compartir en hermandad, sencillamente existe una especie de ¨guerra fria¨ para demostrar quien tiene mas, quien acumula más. En ese tira y hala olvidamos los tesoros que ya tenemos.

Nos olvidamos de las hermosas cosas que conforman nuestra cotidianidad, cualquiera puede tener una mansión, pocos un hogar de verdad. Nos enfocamos en aquello que tiene precio, y no precisamente en las que tienen valor. Solo cuando ya no está, es que deseamos tenerlas cerca para valorarlas, para agradecer por ellas.
    
Tengo la firmeza de que en la vida todo funciona con la ley del boomerang, lo que sale de nosotros, es justo lo que atraemos; y lo que no valoramos, con el paso del tiempo, lo perdemos. Si alguna duda sientes, te invito a probar, basta con dedicar unos minutos a meditar en tu vida y hazte a ti mismo las siguientes preguntas; ¿Quién eres? ¿Qué sentimientos te rodean? ¿Sera amor, paz y  felicidad?... De ser otros, cambia de perspectiva, empecemos a valorar realmente la vida.
    
Que no se nos pase un día sin agradecer por todo lo que nos rodea, la casa que podemos vivir, las personas con las que podemos compartir. Bien dice la biblia; Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, que de buey engordado donde hay odio.¨
Da gracias por tu familia, pues la familia es nuestro núcleo, indistintamente de la cantidad, lo importante es la calidad, y la calidad familiar no está regida por los muros en los cuales vivan, sino por el lazo de amor que los mantiene unidos. No temas a ser diferente en un mundo cegado por la vanidad, donde lo esencial, para muchos seres humanos se hace invisible.
    
Si alguna de mis letras ha ayudado a mejorar tu día, entonces han cumplido su propósito... Te deseo el más hermoso de los días.
Isabel Peralta