Tras la fuerte devaluación del peso argentino en enero pasado, la tensión cambiaria ha regresado al país suramericano con una brecha entre el precio formal del dólar y su valor en circuitos ilegales en un máximo histórico y una ola de rumores sobre el futuro del tipo de cambio oficial.
El valor del dólar en el mercado negro -que floreció tras las restricciones impuestas en 2011- tocó este miércoles un récord de hasta 15,95 pesos por unidad -casi un peso más que hace una semana-, mientras que la cotización oficial está planchada desde hace semanas en 8,41 pesos, con lo cual la brecha es de casi el 90 %.
También el denominado dólar de "contado con liquidación" -una operación financiera legal que consiste en comprar bonos con pesos para venderlos y obtener dólares- se disparó en los últimos días y este miércoles tocó los 14,41 pesos.
El Gobierno de la presidenta argentina, Cristina Fernández, habla de una "psicosis" sin fundamentos ya que el mercado oficial "tiene una dinámica tranquila y previsible".
Asegura que las perspectivas de evolución de las reservas monetarias del Banco Central -unos 28.200 millones de dólares- son positivas gracias a varios flujos de entrada de divisas previstos para lo que resta del año, por lo que, a su entender, están dadas las condiciones para cubrir la demanda de dólares.
Por ello, sostiene que la situación es "absolutamente distinta" a la de enero, cuando el peso argentino sufrió una devaluación en el mercado oficial del 23 %.
Lo cierto es que Argentina se ha visto afectada por un menor ingreso de divisas debido a una considerable bajada en el precio internacional de la soja -su principal fuente de ingresos por exportaciones- y a las consecuencias de litigio en tribunales de Nueva York con fondos de inversión especulativos, que produce un constante ruido en el mercado.
Además de pesar negativamente en las decisiones de inversión en Argentina, el cese de pagos selectivo en el que cayó el país en agosto, según las calificadoras de riesgo, por incumplimientos parciales de vencimientos como consecuencia de un bloqueo judicial derivado del litigio en Nueva York, mantiene al país sin posibilidad de acceder a los mercados externos para financiarse.
Un arreglo del desaguisado judicial por la deuda, que podría lograrse en enero, cambiaría la suerte de Argentina en este sentido, pero mientras tanto las presiones cambiarias van en aumento, crecen los rumores de una eventual devaluación del peso y hasta de un desdoblamiento "de facto" del mercado oficial.
A ello colaboraron informaciones publicadas en la prensa local sobre supuestas comunicaciones "informales" por parte el Gobierno a grandes importadores para avisarles que desde la próxima semana deberían liquidar sus operaciones no al valor del dólar en el mercado único de cambios, sino al valor del "contado con liquidación".
Ante los rumores, el Banco Central argentino emitió este jueves un comunicado para recordar que para los pagos de importaciones las empresas pueden acceder al mercado de cambios formal.
Firmas importadoras se han quejado, sin embargo, de que las autorizaciones para hacerse de dólares en el mercado formal son cada vez más complicadas de conseguir por lo que, de hecho, recurren ya al "contado con liquidación" para hacerse de divisas.
"Si el desdoblamiento del mercado es de facto, hay muchos costos y pocos beneficios", advirtió el director de la consultora Abeceb.com, Dante Sica, quien consideró que, de confirmarse que los importadores tendrán que recurrir al "contado con liquidación", "aumentará el costo de los productores ya que dejan de comprar con un dólar de 8,40 pesos y compran a nivel del paralelo".
Según el experto, esa medida derivaría "en mayores costos, pérdida de rentabilidad" y aumentaría "la presión sobre los precios internos", con una inflación que ya es alta en Argentina.