En el vuelo que lo llevó de Corea a Roma, el Papa Francisco se pronunció sobre las acciones militares desplegadas en Irak para detener el genocidio de las minorías por parte de los extremistas del Estado Islámico y aseguró que «es lícito detener a un injusto agresor». Desde el avión papal, durante la rueda de prensa que concedió a las decenas de periodistas que lo acompañaron en el viaje, Alan Holdren, del Grupo ACI, formuló la pregunta sobre este tema en nombre de los periodistas angloparlantes.
(ACI/InfoCatólica) «Santo Padre, me llamo Alan Holdren, trabajo para Catholic News Agency, ACI Prensa y EWTN. Como sabe, no hace mucho el ejército de Estados Unidos ha comenzado a bombardear a terroristas en Irak para prevenir un genocidio, para proteger el futuro de las minorías, incluso el de los católicos bajo su guía ¿Aprueba los bombardeos norteamericanos?», preguntó Holdren.
«En estos casos en los que hay una agresión injusta, sólo puedo decir que es lícito detener al agresor injusto. Subrayo el verbo ‘detener’. No estoy diciendo bombardear o hacer la guerra, (sino) detenerla. Los medios con los cuales puede ser detenida deberían ser evaluados. Detener al agresor injusto es lícito», contestó el Papa.
Sin embargo, aclaró que «una sola nación no puede juzgar cómo se para esto. Cómo se para a un agresor injusto. Después de la Segunda Guerra Mundial, apareció la idea de las Naciones Unidas. Allí es dónde se debe discutir y decir: ‘¿Hay un agresor injusto?’. ‘Parece que sí’. ‘¿Cómo lo paramos?’»
El Papa recordó que junto a los cristianos, «y los mártires -sí, hay muchos mártires-», también están sufriendo muchos hombres y mujeres de otras minorías religiosas «no todas cristianas, y todos son iguales ante Dios ¿no? Detener al agresor injusto es un derecho que la humanidad tiene, pero también es un derecho que tiene el agresor de ser detenido, para que no haga el mal».
Luego, un periodista de la agencia AFP insistió en cuestionarlo sobre «si estaría dispuesto a apoyar una intervención militar contra los yihadistas en territorio iraquí» y le preguntó si «piensa algún día ir a Irak, tal vez al Kurdistán a sostener a los cristianos refugiados y orar con ellos en la tierra donde han vivido por dos mil años».
Francisco recordó que hace dos meses se reunió con el gobernador del Kurdistán en el Vaticano. «Él tenía una idea muy clara de la situación y la forma de encontrar una solución, pero fue antes de estas últimas agresiones», indicó.
Insistió en que «estoy solo de acuerdo en el hecho de que cuando hay un agresor injusto, debe ser detenido» y agregó que «sí, estoy dispuesto» a visitar Irak. El Papa dijo conocer la «la situación de las minorías religiosas» y cómo en este momento Kurdistán no puede «recibir a tanta gente».
El Papa Francisco recordó el comunicado que el vocero vaticano, P. Federico Lombardi, escribió en su nombre y que fue enviado a todas las nunciaturas para sea conocido por los gobiernos. Además, «le enviamos una carta al secretario general de las Naciones Unidas (Ban Ki-moon)». «Tantas cosas, y al final, dijimos, enviamos un persona especial (que es) el Cardenal Filoni».
«Al final hemos dicho que si fuera necesario, cuando regresemos de Corea podemos ir allá. Era una de las posibilidades. Esta fue la respuesta». «En este momento, estoy listo y ahora mismo no es lo máximo, lo mejor que se puede hacer, pero estoy dispuesto a ello».