Main Nav

lunes, 19 de mayo de 2014

Denuncian PN mostró poco interés en el caso

Desde la tarde del miércoles nueve de abril la incertidumbre, la desesperación y la tristeza se apoderaron de los familiares de los tres hombres que aquel día salieron de sus hogares y no se supo nada de ellos hasta el pasado sábado cuando fueron encontrados en estado de descomposición en unos matorrales en Constanza.
Luego de hacerles decenas de llamadas telefónicas los parientes solicitaron ayuda a las autoridades policiales porque ellos no sabían con exactitud hacia dónde ni a qué iban. Pero no fue hasta transcurrido un mes y siete días cuando se les informó que estaban sin vida. Es por esa razón que los padres y hermanos de las víctimas suponen que la Policía Nacional mostró poco interés en el caso.
“Nosotros les pedimos que nos ayudaran porque se trataba de tres personas que habían desaparecido y ellos nunca nos dieron respuesta; decían que nos iban a ayudar pero nunca nos dijeron nada hasta ayer que nos llamaron para decirnos que estaban muertos”, declaró la madre de José Ariel Beltré Contreras, Isabel Contreras.
En ese momento la angustia de las familias se intensificó cuando tuvieron que identificar los cuerpos “totalmente destruidos” y putrefactos de quienes, en sus palabras, llevaban una vida normal y sin conflictos con nadie.
Beltré vivía en la casa de sus padres, una vivienda modesta en la calle Respaldo 21 del sector Sávica del municipio Los Alcarrizos, una zona populosa con calles sin asfaltar. Tenía 27 años y según su madre trabajaba como mensajero de una empresa en Manoguayabo y en ocasiones motoconcheaba. Dejó en la orfandad una niña de nueve meses.
En el barrio Las Mercedes, a unas pocas calles de distancia y en condiciones similares vivía su amigo de la infancia, Wascar Bienvenido Rodríguez Pineda. Este tenía 30 años y dos hijos varones de nueve y cuatro años.
El estado de aflicción y desconcierto de la madre y la esposa de Rodríguez imposibilitó que ofrecieran muchos detalles, pero su hermana Claribel dijo que él también se desempeñaba como mensajero.


Familiares de los tres jóvenes de Los Alcarrizos encontrados ejecutados en Constanza narran al Listín sus quejas.