Pese a la existencia de 25 fortalezas, batallones, cuarteles, destacamentos, y puestos de chequeo y vigilancia en esta provincia, desde Guayajayuco, que la divide con Santiago Rodríguez, los cientos de efectivos que prestan servicio hicieron poca cosa para impedir que este año recién pasado se duplicara la entrada de extranjeros ilegales, principalmente haitianos, pasando, según estimaciones, de 15 mil a unos 30 cada mes, al año 360 mil.
Quienes están amasando fortuna son las bandas de dominicanos y de haitianos que se dedican al tráfico ilegal de esos indocumentados, porque, de acuerdo a Alfredo Valdez Alcántara, Adriano Sánchez Roa y otros consultados, la tarifa para transportar un extranjero ilegal desde cualquiera de los seis municipios de esta provincia, Comendador, Bánica, Pedro Santana, el Llano, Hondo Valle y Juan Santiago, en autobuses, minibuses, yipetas, carros y camionetas, es de RD$5,000 multiplicado por 360 mil, se embolsillan cada año la friolera suma de RD$1,800,000,000.
Hace pocos meses miembros antinarcóticos apresaron en San Juan de la Maguana a un haitiano llamado Miguelito, que desde hace años trabaja como obrero de la construcción, su ubicación este redactor la conoce pero se la reserva, fue apresado por miembros de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), lo despojaron de 400 pesos en efectivo y un celular, lo trasladaron y lo dejaron en libertad en esta ciudad, buscó un motoconchista para que lo retornara a su lugar de trabajo y de residencia, por cuyo transporte pagó la suma de RD$200, según confirmó el extranjero a este diario.
Con la astronómica suma que se embolsillan traficantes de seres humanos, nada más y nada menos que 150 millones de pesos mensuales, no resulta ocioso ni invento las coincidencias de representantes de todas las entidades políticas, sociales, comerciales y de profesionales de aquí, de que civiles y militares “están juntos y reburujados en esa malsana práctica, y que la frontera se ha convertido no solo en el modus vivendi, sino en una fuente de riqueza de grandes proporciones, lo que impide la puesta en práctica de una verdadera y efectiva vigilancia que, al menos, disminuya la exorbitante entrada de extranjeros ilegales a territorio dominicano”.
Personas consultadas, como es el caso del senador Adriano Sánchez Roa y el periodista Alfredo Valdez Alcántara, advierten que en la medida en que se deterioran las condiciones económicas de Haití, en esa misma proporción aumentará este año 2014 el número de haitianos indocumentados que ingresará a territorio dominicano, amén de que por las características de la frontera que separa a ambos países, siempre resultará casi imposible impedirlo.
Ambos coinciden no solo con empresarios y autoridades locales, sino inclusive con altos oficiales militares, en el sentido de que el ciento por ciento de los más de 25 mil ilegales repatriados e impedidos de entrar al país cada mes por parte de los militares que prestan servicios en la zona, según la Dirección General de Migración, retornan de nuevo.
Si de acuerdo a la cifra que ofrece la Dirección General de Migración (DGM), de que las autoridades del “Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront), el Departamento Operativo de Inteligencia Fronteriza (DOIF), y otros organismos de inteligencia que hacen vida en la frontera, impidió la entrada en un solo mes de 25,682 ilegales, el 95% o más haitianos, es de concluir que la anterior cifra de 360 mil en un año se queda corta.
Por: Manuel Espinosa Rosariomanuelespinosar@hotmail.com
COMENDADOR, Elías Piña.