Cerca de 50 carabineros (policía militar italiana) están participando en la operación en búsqueda de este relicario y controlan toda la zona adyacente al pequeño santuario.
La iglesia se encuentra cerca de la montaña del Gran Sasso, en la cordillera de los Apeninos, una zona muy querida por Juan Pablo II que la visitó en varias ocasiones para meditar, pasear o incluso vino a esquiar en los primeros años de su pontificado.
El presidente de la asociación cultural "San Pietro della Ienca" explicó a los medios italianos la importancia de la reliquia, ya que sólo existen tres ampollas con la sangre del papa polaco.
Los investigadores no descartan la posibilidad de que el robo se haya producido para realizar algún rito satánico.
En agosto de 2012, tres ladrones a bordo de un tren robaron una mochila de un sacerdote que contenía un relicario a forma de libro en el que se encontraba la ampolla de sangre de Juan Pablo II, pero fue encontrada pocas horas después al haber sido abandonada cerca de la estación de ferrocarril de Marina di Cerveteri, en el litoral de Roma. EFE