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miércoles, 18 de diciembre de 2013

Ruddy y Miguel Andrés, ejemplos de innovación



Ruddy Capellán y Miguel Andrés Tejada son jóvenes artistas y creadores culturales. Santiagueros de la mejor estirpe ciudadana y muy buenos músicos. De esos que requieren que la sociedad civil y el empresariado le pongan atención, y sobre todo que el Estado y en especial el Ayuntamiento, los asuma y auspicie. Son músicos de formación musical. Ruddy distingue en la música clásica como director y violinista música clásica. Miguel Andrés se proyecta con fuerza en las aéreas de la música caribeña, jazz, bolero, merengue y son, también es diestro en la música de los grandes maestros, entre otros géneros.

RUDDY CAPELLÁN con apenas 35 años es fundador y director de la Orquesta Sinfónica del Cibao (OSC). Es el primer dominicano, sobre todo santiaguero, que ha dirigido la Orquesta Sinfónica de Beijing en China Continental. Es Premio Nacional de la Juventud de la República Dominicana en el Renglón de Desarrollo Cultural. Artista de la UNESCO por la Paz. Un músico aliado del Plan Estratégico de Santiago 2020. Se trata de un joven maestro, al que terminé de conocer en una conferencia que quien suscribe dictaba en Hato del Yaque, donde se me acercó con sobrada calidad humana a defender que la música como parte de la cultura universal, es una esencia del desarrollo estratégico de las ciudades. Ha trascendido sin salir de esta ciudad.

En 2009, Ruddy presentó uno de los mejores conciertos que recuerda en el homenaje a Juan Bosch, y laborando en la Escuela de Bellas Artes de Moca. Durante siete años, a través de la Sinfónica del Cibao, este joven director ha mantenido actividades constantes en Santiago y varias provincias de la región, tanto en grandes escenarios como la Sala Restauración del Gran Teatro del Cibao, así como en escuelas y clubes comunitarios, asimismo también ha dirigido a artistas internacionales como Alberto Cortez, a los nacionales Milly Quezada, Jhonny Ventura y el Grupo Braho, entre otros.

MIGUEL ANDRÉS TEJADA, por su parte, es graduado del Berklee College of Music, Boston. Pianista, compositor y productor. La perfección y armonía es su estilo. En 1998 obtiene el premio ¨Julio Alberto Hernández¨ patrocinado por la Filarmónica del Cibao, por la mejor interpretación de un concierto para piano y orquesta sinfónica. Ese mismo año participa en el prestigioso concurso internacional Cassagrande que se celebra en Italia. En 1999 recibe el Premio de la Juventud. En 2001 obtiene el II lugar en el Festival de Música Latinoamericana de Santo Domingo, donde además recibió un reconocimiento especial del jurado por su labor como compositor en dicho festival. Meses después obtiene el II premio del concurso de composición Casa de Teatro 2001. Recibe elogios de Piantini y Vitico Víctor. Como resultado la Filarmónica del Cibao le encarga una obra denominada Obertunga dedicada al río Yaque la cual fue estrenada en Expocibao 2001.
Ambos talentos musicales, a la par de muchos otros, deben ser protegidos por Santiago, promover sus iniciativas y apoyar su desarrollo sostenido. Ayuntamiento, Ministerio de Cultura y CDES deben ocuparse de auspiciarlos de forma sustentable.

Ellos deben ser parte de un enfoque sistémico del desarrollo de Santiago. La cultura es el gran “pegamento” del conjunto de nexos, simbiosis y vínculos que hay que fortalecer. La ciudad es “árbol”, la cultura es la savia, néctar o extracto (la constante K, en términos estadísticos) por la cual hay que multiplicar las políticas públicas de desarrollo urbano creativo. Miguel Andrés y Ruddy son cultura como centralidad y transversabilidad en el desarrollo de Santiago.

Reynaldo Peguero
Reynaldo Peguero.