La investidura hoy de mi sobrino Gregorio Mora Duarte, como Doctor en medicina por la Universidad Católica Tecnológica del Cibao (UCATECI), me ha llevado a dar un recorrido en la historia, me refiero al pasado, con su llegada al mundo con los ojos grándes, bellos y abiertos inundaba nuestra vida de inmensa alegria y de inmediato dejaba claro que venia al mundo a ocupar un lugar importante en los corazones nuestros, pero además traia todas las armas necesarias para lograr vencer las adversidades que la vida les presentara. Asi lo ameritaba el hecho de ser el pionero de una nueva generación en la cual debia ser ejemplo a seguir.
Todos fuimos testigos de como desarrollaba sus habilidades y disfrutaba junto a los suyos, siempre a flor de labios una hermosa sonrisa, y un manto de humildad contajioso, sin descuidar nunca su responsabilidad con las exigencias acádemicas; pues muy claro siempre en el concepto" El pilar fundamental del desarrollo de los pueblos es la educación". A pesar de todo eso siempre le insistiamos en que, en manos de los jovenes se encuentra el futuro del mundo, y esto lo compartiamos para que quedara impregnado no solo en la mente de Gregory sino tambien para su hermanito Jeffry y nuestro primogenito Julio, quienes por ser menores de Gregory debian seguir fielmente sus pasos y hoy por hoy asi lo han hecho a tal punto que tambien se mantienen luchando para obtener su primer logro al abrazar un titulo profesional el cual no solo le permite aumentar de nombre y cambiar de status, sino contribuir como buenos dominicanos al desarrollo de nuestro pais. Y que bueno que Gregorio optó por hacer la carrera de medicina ya que es la via ideal para estar al lado de aquellos que requieren atención medica, y seguro estoy que ejercerá tan bella profesión como lo hiciera su gran inspirador el Dr. Gregorio Hernández, y con los valores inculcados por su abuela Ana Duarte.
A buena hora Dr. Gregorio Mora Duarte, ahora todos los ojos del mundo se encuentran tras de ti para asegurarnos que continue siendo el joven honesto, humilde y divertido al que siempre hemos visto como nuestro orgullo.
Por Julio Vásquez.