El cardenal dominicano Nicolás de Jesús López Rodríguez defendió el derecho que tiene la iglesia a introducirse en las redes sociales, señalando que la presencia católica en los medios de comunicación social no es nueva, sino que se remonta a los primeros tiempos de las escrituras cristianas, y más modernamente a la época de la radio con Marconi.
(Listin Diario) Con ocasión del 18 Aniversario del programa «Fe y Acontecer», que produce junto al periodista Miguel Franjul, el purpurado recordó que en los años 40 el Papa Pío XI le pidió a Marconi, el genio de la radiofonía en Italia, que le instalara una emisora de largo alcance, y desde entonces la Radio Vaticana transmite programas dirigidos a varios continentes y en más de 37 idiomas.
Dijo que esta estación es utilizada con frecuencia por el Papa para hablarle a la humanidad. «Yo he tenido la oportunidad de ser entrevistado varias veces sobre temas de la iglesia latinoamericana», dijo López Rodríguez, resaltando que el Vaticano, además, tiene un gran centro televisivo donde se realizan grabaciones y transmisiones dirigidas a todo el mundo.
En los últimos tiempos ha habido un interés en que la iglesia también haga presencia en las redes sociales, y desde el Papa hasta el obispo más humilde emiten y responden mensajes a través de las redes sociales.
Recordó que los últimos Papas, Juan Pablo II y Benedicto XVI, usaron las redes sociales, y que el Papa Francisco está en contacto permanente con jóvenes y adultos de todo el mundo a través de su cuenta de Twitter. «La iglesia sabe que no puede prescindir de los medios de comunicación para evangelizar y que debemos utilizarlos y mantenerlos», agregó.
Para López Rodríguez, como para los demás obispos católicos de todo el mundo, es frecuente el problema de la inadecuada cobertura de la religión por parte de los medios de comunicación, razón por la que expertos insisten en que las iglesias locales deberían comunicar su mensaje mucho mejor.
Convencido de que si la Iglesia quiere ser escuchada necesita responder de forma adecuada a la nueva situación creada por la expansión de los medios, o correría el riesgo de no ser oída, López Rodríguez concibió la idea del programa y de inmediato invitó a Franjul, el periodista que consideró más idóneo en ese momento, para que le acompañara.
Alrededor de 1,600 y 2,000 mensajes, por medio de llamadas telefónicas y cartas con petición de oraciones, reportan la audiencia, que además hace preguntas y respalda el ministerio episcopal del Arzobispo Metropolitano Santo Domingo. Por igual se reciben mensajes y llamadas de dominicanos que residen en lugares remotos de España, México y Estados Unidos.
El segmento principal y eje en torno al cual giran los comentarios y mensajes del programa, son las lecturas bíblicas de la liturgia del domingo, que siempre tienen respuestas certeras y atinadas a la realidad y a los acontecimientos que suceden en el mundo y en el país. Las enseñanzas de la Iglesia y depósito de la fe católica, así como el llamado permanente a la reconciliación del hombre con Dios, tienen cada semana una gran resonancia en el espacio.
Dijo que esta estación es utilizada con frecuencia por el Papa para hablarle a la humanidad. «Yo he tenido la oportunidad de ser entrevistado varias veces sobre temas de la iglesia latinoamericana», dijo López Rodríguez, resaltando que el Vaticano, además, tiene un gran centro televisivo donde se realizan grabaciones y transmisiones dirigidas a todo el mundo.
En los últimos tiempos ha habido un interés en que la iglesia también haga presencia en las redes sociales, y desde el Papa hasta el obispo más humilde emiten y responden mensajes a través de las redes sociales.
Recordó que los últimos Papas, Juan Pablo II y Benedicto XVI, usaron las redes sociales, y que el Papa Francisco está en contacto permanente con jóvenes y adultos de todo el mundo a través de su cuenta de Twitter. «La iglesia sabe que no puede prescindir de los medios de comunicación para evangelizar y que debemos utilizarlos y mantenerlos», agregó.
Aniversario
Fue un domingo 27 de agosto de 1995, hace 18 años, cuando salió al aire por primera vez «Fe y Acontecer», un proyecto personal del cardenal López Rodríguez, que en poco tiempo se convirtió en uno de los espacios de mayor audiencia del mundo católico dominicano, pero también en Hispanoamérica, Estados Unidos y España, donde lo ven más de 20 millones de personas en unas 50 ciudades.Para López Rodríguez, como para los demás obispos católicos de todo el mundo, es frecuente el problema de la inadecuada cobertura de la religión por parte de los medios de comunicación, razón por la que expertos insisten en que las iglesias locales deberían comunicar su mensaje mucho mejor.
Convencido de que si la Iglesia quiere ser escuchada necesita responder de forma adecuada a la nueva situación creada por la expansión de los medios, o correría el riesgo de no ser oída, López Rodríguez concibió la idea del programa y de inmediato invitó a Franjul, el periodista que consideró más idóneo en ese momento, para que le acompañara.
936 programas ininterrumpidos
Desde que empezaron el 27 de agosto de 1995, López Rodríguez y Franjul no han dejado de salir al aire ni un sólo día, ni en la estación matriz Televida ni ninguna otra de las estaciones de radio y televisión que retransmiten el espacio. El programa no es un intento de «renombrar» la fe cristiana, sino una expresión de la fe y la doctrina del magisterio de la iglesia católica en una cultura dominada por los medios de comunicación y cargada de hechos y acontecimientos sorprendentes, de ahí el nombre «Fe y Acontecer».Alrededor de 1,600 y 2,000 mensajes, por medio de llamadas telefónicas y cartas con petición de oraciones, reportan la audiencia, que además hace preguntas y respalda el ministerio episcopal del Arzobispo Metropolitano Santo Domingo. Por igual se reciben mensajes y llamadas de dominicanos que residen en lugares remotos de España, México y Estados Unidos.
El segmento principal y eje en torno al cual giran los comentarios y mensajes del programa, son las lecturas bíblicas de la liturgia del domingo, que siempre tienen respuestas certeras y atinadas a la realidad y a los acontecimientos que suceden en el mundo y en el país. Las enseñanzas de la Iglesia y depósito de la fe católica, así como el llamado permanente a la reconciliación del hombre con Dios, tienen cada semana una gran resonancia en el espacio.