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domingo, 11 de agosto de 2013

El nuevo libro de Juan Daniel Balcácer

“Duarte nunca fue excomulgado” es un título que enriquece la bibliografía del Padre de la Patria. A la originalidad de su tema se une la prosa fluida y confiable de Juan Daniel Balcácer, un historiador de pies a cabeza que sabe poner las cosas en su sitio. Haciendo gala de sapiencia y olfato investigativo, se ha adentrado en un tema que por muchas décadas se ha mantenido como comidilla de ciertos sectores: la supuesta excomunión del Patricio por parte de la cúpula de la Iglesia Católica de su tiempo. Con envidiable sencillez, Balcácer desentraña la burda trama tejida por mucho tiempo y saca a la luz una investigación llena de lucidez. Para ilustrar al lector, se incluyen algunos de sus párrafos.
“(...) sostener que Duarte fue excomulgado por la cúpula de la Iglesia Católica de la época, como lo sostiene un grupo de ciudadanos en una entidad denominada “Foro por un Estado Laico Eugenio María de Hostos”, sin que tal aserto haya sido comprobado documentalmente, a mi modo de ver se incurre en una interpretación equivocada de la Primera Carta Pastoral de fecha 24 de julio de 1844, emitida por el entonces Vicario General y Delegado Apostólico de la Isla de Santo Domingo, Tomás de Portes e Infante, en la que anunciaba la Independencia Nacional.
“Además, hacerlo implicaría adentrarse en el campo de la narrativa de ficción, a diferencia de la narrativa histórica que no le permite al historiador conjeturar ni inventar episodios que jamás acontecieron en el espacio y en el tiempo.
“Para avalar la hipótesis sobre la excomunión de Duarte, los miembros del Foro por el Estado Laico invocan como prueba y evidencia un fragmento de un párrafo de la referida Carta Pastoral emitida por el Arzobispo Portes; fragmento que a mi juicio tiene un significado muy diferente al que se le atribuye, toda vez que en el mismo no hay alusión directa o indirecta al Fundador de la República.
“,,,En su carta pastoral, el Vicario Portes se expresó correctamente en castellano y evadiendo el uso de parábolas y tropos; fue categórico al referirse a todo el que abusara de la misericordia de Dios. En ese sentido, subrrayó que Él (es decir, Dios y no Santana como se ha señalado), era muy “celoso de su honor y de su gloria”, razón por la que evidentemente se daría por ofendido “si no obedecéis los mandatos y órdenes del General Santana y del Gobierno...
“Observe bien el lector que Monseñor Portes bien pudo haber escrito “os declaro excomulgados”, etc, pero prefirió emplear el verbo “conminar”.

(Listin Diario/ detodounpoco809.com)