Lo que nunca he visto es que esos artistas criollos se hayan detenido para autoanalizarse y ver qué es lo que realmente se está consumiendo, si ellos están con los tiempos y si van evolucionando en sus producciones, pero no, muchos prefieren buscar culpables y hasta pedirle al gobierno aplicar políticas a favor de los trabajadores del mayor ritmo musical de nuestra nación, como si fueran indigentes.
Pienso que la crisis es algo que solo existe en las mentes de todos los que se atreven a pensar en esta palabra, avalándome ejemplo de artistas de fama mundial como Shakira, Daddy Yankee, Chino & Nacho, entre otros que han adoptado la güira y la tambora para hacer merenguitos, como diaria Kinito Méndez.
No quise estrenar mi columna en este renovado periódico de circulación nacional con un tema que ha sido hablado durante cierto tiempo por muchos sin llegar a ninguna conclusión, pero al recibir la visita de un novel artista en el programa dParranda Radio Show, del cual integro el equipo de talentos desde hace dos años, me hizo cambiar de planes para dedicarle este espacio a él y al ritmo que desde hace 25 años he disfrutado.
Matt Hunter con padre italiano y madre dominicana, cosas que están muy lejos de nuestras raíces, se ha motivado a convertirse en un abanderado de este ritmo, confirmando que nada de crisis hay en el popular genero que representa esta tierra quisqueyana.
Confieso que hace una semana no conocía a este pequeño de apenas 15 años, pero su entrevista me causó curiosidad para buscar más de él ya que tenía cientos de seguidores en todo su media tour por el país.
Este joven que pudo haber elegido cualquier ritmo para su carrera no lo hizo así y se fue por la línea que otros han hecho y los resultados demuestran que no se equivocó.
Este cantautor ya cuenta con millones de seguidores en sus redes sociales y casi la misma cantidad de visitas en sus videos en Youtube.
Lo visto sobre Hunter me hace pensar de que la supuesta crisis que tanto mencionan comunicadores y merengueros sobre el estilo que hacen es un asunto de que no piensan que los consumidores de hace 10, 15 o más años, no son los mismos de hoy, que los jóvenes de hoy día quieren escuchar cosas diferentes a lo que sus padres tenían en los cassette de radio, y no me refiero a un ritmo distinto, si no a letras.
Autor: HÉCTOR ROMERO