(VIS) El Padre Lombardi ha informado, en primer lugar, que el Santo Padre estaba almorzando, en esos momentos con la presidenta de Argentina, Cristina Fernández Kirchner, a la que había recibido esta mañana en la Casa de Santa Marta «en un encuentro privado que ha durado alrededor de 20 minutos, para saludar después a los otros miembros de la delegación argentina. También esta mañana, a las 10,00, Francisco se ha entrevistado con el cardenal Secretario de Estado, Tarcisio Bertone, mientras ayer por la tarde, tuvo dos encuentros muy cordiales, con el obispo de Albano y con el Padre general de los jesuítas, Adolfo Nicolás».
La Conferencia ha estado dedicado, sobre todo, a explicar cómo se desarrollará la Misa del Inicio del Ministerio Petrino del Obispo de Roma. «Este es el nombre correcto de la ceremonia- ha dicho Lombardi-, no el de entronización, ni el de inauguración. El Papa es, como sucesor de Pedro, el Obispo de Roma, y la Iglesia de Roma, preside a las demás en la caridad. Por otra parte, es una celebración cargada de símbolos que recuerdan el vínculo del Papa con San Pedro, como sucesor suyo, empezando por el lugar donde se lleva a cabo: la Plaza, donde según la tradición fue martirizado Pedro».
El director de la Oficina de Prensa ha indicado también como se colocarán los participantes en la Misa: «A la entrada de la basílica y a la izquierda, los arzobispos y obispos -alrededor de 250-y las delegaciones de otras iglesias y confesiones cristianas. A la derecha, las delegaciones de los diversos países encabezadas por los jefes de Estado, ministros, etc... En la zona de la estatua de San Pedro ( a la derecha) las delegaciones de las otras religiones: judío, musulmanes y de otras religiones; a continuación, sacerdotes y seminaristas (1200). En la zona de San Pablo, (a la izquierda), cuerpo diplomático y otras autoridades. En el resto de la Plaza, las personas de pie, sin entradas. Se prevé una participación muy numerosa.»
El Papa saldrá de la Casa Santa Marta, alrededor de las 8,50 y dará una vuelta en jeep o papamóvil entre la multitud de la Plaza, saludando a las personas en las distintas zonas. Para vestirse volverá a la sacristía -al lado de la estatua de La Piedad- hacia las 9,15. Está previsto que la Misa comience a las 9,30.
Por cuanto respecta al inicio de la ceremonia, el Papa, una vez entrado en la basílica se dirige a la Confesión (la tumba de San Pedro, bajo el altar central), mientras las trombas de plata tocan, y suena el «Tu es Petrus». El Papa venera la tumba de San Pedro, junto con los Patriarcas y Arzobispos Mayores de las Iglesias orientales católicas (son 10, de los cuales 4 cardenales). Cerca de la tumba se encuentran el anillo del pescador, el palio, y el evangeliario.
Después, el Santo Padre sube desde la Confesión hasta el piso de la Basílica e inicia la procesión. Se cantan las Laudes Regiae (El Rey es Cristo), con algunas invocaciones tomadas del documento Lumen Gentium sobre la Iglesia (Concilio Vaticano II). Se invoca entonces a los santos, entre los que hay que notar, en particular después de los Apóstoles a los Santos Pontífices romanos, hasta el más reciente: San Pío X,. «Se pronuncia el nombre sólo de los Papas santos, no de los beatos», ha aclarado Lombardi. La procesión hace su ingreso en la explanada de San Pedro.
«Concelebran con Francisco - ha informado Lombardi- los cardenales presentes en Roma, a los que hay que añadir los Patriarcas y Arzobispos Mayores Orientales presentes (6), el Secretario del Colegio Cardenalicio y dos Padres generales religiosos: el de los Franciscanos menores, Padre, José Rodríguez Carballo - que es el presidente de la Unión de los Generales - y el de los jesuitas, Padre Adolfo Nicolás Pachón, que es el vicepresidente). En total, los concelebrantes serán unos 180 y se sitúan en el el lado izquierdo (delante de los eclesiásticos, no de las delegaciones de las autoridades)».
Antes del inicio de la Misa tienen lugar los ritos específicos del inicio del ministerio petrino:
La imposición del palio (puesto sobre los hombros, hecho de lana de corderos y ovejas, recuerda al Buen Pastor que lleva sobre sus hombros a la oveja perdida: el del Papa tiene cruces rojas del Papa, mientras los de los metropolitanos tienen cruces negras. Es el mismo utilizado por Benedicto XVI. Su imposición corre a cargo del cardenal Protodiácono (Jean-Louis Tauran) y después de la imposición el cardenal protopresbítero (Godfried Daneels), reza una oración.
La entrega del «Anillo del pescador» -Pedro es el apóstol pescador :«pescador de hombres»- la hace el Cardenal Decano ,el Primero del Orden de los Obispos, es decir el cardenal Angelo Sodano. «El anillo lleva la efigie de San Pedro con las llaves. Su autor es Enrico Manfrini. El anillo estaba en posesión del arzobispo Pasquale Macchi, que fue secretario de Pablo VI y después pasó a Monseñor Ettore Malnati, que se lo ofreció al cardenal Giovanni Battista Re. Está hecho de plata dorada»
El rito de la «obediencia» lo cumplen seis cardenales, dos por cada orden, entre los primeros de los presentes. Hay que recordar que todos los Cardenales electores han declarado ya obediencia al Papa en la Capilla Sixtina al final del Cónclave, y se han encontrado con Francisco en el Vaticano en la audiencia en la Sala Clementina. Lombardi ha especificado que durante la «toma de posesión de la Catedral de Roma - San Juan de Letrán -, que corresponde al Papa como obispo de Roma, está previsto que la obediencia la presten los representantes de los diferentes componentes del pueblo de Dios».
La Misa de mañana es la de la Solemnidad de San José con sus propias lecturas (es decir, las lecturas no están directamente relacionadas con el rito de la Inauguración del Pontificado). El Evangelio se lee en griego, como en las solemnidades más importantes, para manifestar que la Iglesia universal se compone de las grandes tradiciones de Oriente y Occidente. «El latín - ha dicho Lombardi- ya está abundantemente presente en otras partes oraciones y partes de la misa «.
El Papa pronunciará la homilía en italiano y, como es su estilo, probablemente no seguirá fielmente un texto, sino que improvisará.
«Se prevé que la celebración no dure más de dos horas, quizás incluso menos y siempre para simplificar y hacer que el rito no sea demasiado largo - ha añadido Lombardi- no habrá procesión de las ofrendas. Las ofertas las llevan los monaguillos que preparan el altar. Asimismo, el Papa no distribuirá la comunión, lo harán los diáconos al lado de la basílica y los sacerdotes situados en los diversos sectores».
Por cuanto respecta a la música. A la entrada del Papa en la basílica: toques de las trombas de plata e interpretación del «Tu es Petrus». Canto de «Laudes Regiae» en la procesión desde la tumba de San Pedro a la iglesia. Conjunto de 14 instrumentos de viento en en diferentes momentos de la celebración. Ofertorio: Motete «Tu es pastor ovium - Tu eres el pastor de las ovejas», compuesta por Pierluigi da Palestrina para la inauguración de los pontificado. «Te Deum» final con versos alternados: gregoriano y melodía de Tomás Luis de Vitoria. No habrá Ángelus porque no es domingo»
«Al final de la misa, el Papa, una vez que se haya despojado de las vestiduras litúrgicas, irá al altar central de la Basílica, para saludar a los jefes de las delegaciones oficiales de los diferentes países, que desfilan ante él. Luego irá a Santa Marta para el almuerzo. Algunas delegaciones que se quedan en Roma, podrán encontrarse con el Secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone y el Secretario para las Relaciones con los Estados. Arzobispo Dominique Mamberti el miércoles siguiente (por ejemplo, el Presidente de Brasil en vista del Día Mundial de la Juventud». El Papa, como se sabe recibe en audiencia a las delegaciones de las Iglesias y comunidades cristianas y de otras religiones.
La Conferencia ha estado dedicado, sobre todo, a explicar cómo se desarrollará la Misa del Inicio del Ministerio Petrino del Obispo de Roma. «Este es el nombre correcto de la ceremonia- ha dicho Lombardi-, no el de entronización, ni el de inauguración. El Papa es, como sucesor de Pedro, el Obispo de Roma, y la Iglesia de Roma, preside a las demás en la caridad. Por otra parte, es una celebración cargada de símbolos que recuerdan el vínculo del Papa con San Pedro, como sucesor suyo, empezando por el lugar donde se lleva a cabo: la Plaza, donde según la tradición fue martirizado Pedro».
El director de la Oficina de Prensa ha indicado también como se colocarán los participantes en la Misa: «A la entrada de la basílica y a la izquierda, los arzobispos y obispos -alrededor de 250-y las delegaciones de otras iglesias y confesiones cristianas. A la derecha, las delegaciones de los diversos países encabezadas por los jefes de Estado, ministros, etc... En la zona de la estatua de San Pedro ( a la derecha) las delegaciones de las otras religiones: judío, musulmanes y de otras religiones; a continuación, sacerdotes y seminaristas (1200). En la zona de San Pablo, (a la izquierda), cuerpo diplomático y otras autoridades. En el resto de la Plaza, las personas de pie, sin entradas. Se prevé una participación muy numerosa.»
El Papa saldrá de la Casa Santa Marta, alrededor de las 8,50 y dará una vuelta en jeep o papamóvil entre la multitud de la Plaza, saludando a las personas en las distintas zonas. Para vestirse volverá a la sacristía -al lado de la estatua de La Piedad- hacia las 9,15. Está previsto que la Misa comience a las 9,30.
Por cuanto respecta al inicio de la ceremonia, el Papa, una vez entrado en la basílica se dirige a la Confesión (la tumba de San Pedro, bajo el altar central), mientras las trombas de plata tocan, y suena el «Tu es Petrus». El Papa venera la tumba de San Pedro, junto con los Patriarcas y Arzobispos Mayores de las Iglesias orientales católicas (son 10, de los cuales 4 cardenales). Cerca de la tumba se encuentran el anillo del pescador, el palio, y el evangeliario.
Después, el Santo Padre sube desde la Confesión hasta el piso de la Basílica e inicia la procesión. Se cantan las Laudes Regiae (El Rey es Cristo), con algunas invocaciones tomadas del documento Lumen Gentium sobre la Iglesia (Concilio Vaticano II). Se invoca entonces a los santos, entre los que hay que notar, en particular después de los Apóstoles a los Santos Pontífices romanos, hasta el más reciente: San Pío X,. «Se pronuncia el nombre sólo de los Papas santos, no de los beatos», ha aclarado Lombardi. La procesión hace su ingreso en la explanada de San Pedro.
«Concelebran con Francisco - ha informado Lombardi- los cardenales presentes en Roma, a los que hay que añadir los Patriarcas y Arzobispos Mayores Orientales presentes (6), el Secretario del Colegio Cardenalicio y dos Padres generales religiosos: el de los Franciscanos menores, Padre, José Rodríguez Carballo - que es el presidente de la Unión de los Generales - y el de los jesuitas, Padre Adolfo Nicolás Pachón, que es el vicepresidente). En total, los concelebrantes serán unos 180 y se sitúan en el el lado izquierdo (delante de los eclesiásticos, no de las delegaciones de las autoridades)».
Antes del inicio de la Misa tienen lugar los ritos específicos del inicio del ministerio petrino:
La imposición del palio (puesto sobre los hombros, hecho de lana de corderos y ovejas, recuerda al Buen Pastor que lleva sobre sus hombros a la oveja perdida: el del Papa tiene cruces rojas del Papa, mientras los de los metropolitanos tienen cruces negras. Es el mismo utilizado por Benedicto XVI. Su imposición corre a cargo del cardenal Protodiácono (Jean-Louis Tauran) y después de la imposición el cardenal protopresbítero (Godfried Daneels), reza una oración.
La entrega del «Anillo del pescador» -Pedro es el apóstol pescador :«pescador de hombres»- la hace el Cardenal Decano ,el Primero del Orden de los Obispos, es decir el cardenal Angelo Sodano. «El anillo lleva la efigie de San Pedro con las llaves. Su autor es Enrico Manfrini. El anillo estaba en posesión del arzobispo Pasquale Macchi, que fue secretario de Pablo VI y después pasó a Monseñor Ettore Malnati, que se lo ofreció al cardenal Giovanni Battista Re. Está hecho de plata dorada»
El rito de la «obediencia» lo cumplen seis cardenales, dos por cada orden, entre los primeros de los presentes. Hay que recordar que todos los Cardenales electores han declarado ya obediencia al Papa en la Capilla Sixtina al final del Cónclave, y se han encontrado con Francisco en el Vaticano en la audiencia en la Sala Clementina. Lombardi ha especificado que durante la «toma de posesión de la Catedral de Roma - San Juan de Letrán -, que corresponde al Papa como obispo de Roma, está previsto que la obediencia la presten los representantes de los diferentes componentes del pueblo de Dios».
La Misa de mañana es la de la Solemnidad de San José con sus propias lecturas (es decir, las lecturas no están directamente relacionadas con el rito de la Inauguración del Pontificado). El Evangelio se lee en griego, como en las solemnidades más importantes, para manifestar que la Iglesia universal se compone de las grandes tradiciones de Oriente y Occidente. «El latín - ha dicho Lombardi- ya está abundantemente presente en otras partes oraciones y partes de la misa «.
El Papa pronunciará la homilía en italiano y, como es su estilo, probablemente no seguirá fielmente un texto, sino que improvisará.
«Se prevé que la celebración no dure más de dos horas, quizás incluso menos y siempre para simplificar y hacer que el rito no sea demasiado largo - ha añadido Lombardi- no habrá procesión de las ofrendas. Las ofertas las llevan los monaguillos que preparan el altar. Asimismo, el Papa no distribuirá la comunión, lo harán los diáconos al lado de la basílica y los sacerdotes situados en los diversos sectores».
Por cuanto respecta a la música. A la entrada del Papa en la basílica: toques de las trombas de plata e interpretación del «Tu es Petrus». Canto de «Laudes Regiae» en la procesión desde la tumba de San Pedro a la iglesia. Conjunto de 14 instrumentos de viento en en diferentes momentos de la celebración. Ofertorio: Motete «Tu es pastor ovium - Tu eres el pastor de las ovejas», compuesta por Pierluigi da Palestrina para la inauguración de los pontificado. «Te Deum» final con versos alternados: gregoriano y melodía de Tomás Luis de Vitoria. No habrá Ángelus porque no es domingo»
«Al final de la misa, el Papa, una vez que se haya despojado de las vestiduras litúrgicas, irá al altar central de la Basílica, para saludar a los jefes de las delegaciones oficiales de los diferentes países, que desfilan ante él. Luego irá a Santa Marta para el almuerzo. Algunas delegaciones que se quedan en Roma, podrán encontrarse con el Secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone y el Secretario para las Relaciones con los Estados. Arzobispo Dominique Mamberti el miércoles siguiente (por ejemplo, el Presidente de Brasil en vista del Día Mundial de la Juventud». El Papa, como se sabe recibe en audiencia a las delegaciones de las Iglesias y comunidades cristianas y de otras religiones.