“Antes de perder la
libertad es mejor quedarse ciego para no tener que sufrir el triste
espectáculo que nos iba a ofrecer nuestro triste espejo” John Milton
En
pocas oportunidades mi columna ha tenido la suerte de coincidir con un
27 de Febrero. Si existe una fecha que me llena de felicidad es
precisamente esta. ¡Me llena de orgullo, de fortaleza, de repasar en mi
mente, todo ese sacrificio que ha representado; para todos y quienes nos
dieron su vida, su sangre, su sacrificio!
Nuestro territorio
pasó del descubrimiento, colonización, saqueos, esclavitud, a vernos
obligados a sufrir por 22 años la humillación de la gobernación
extranjera.
Todo este proceso, también se sumó a una
desaparición de nuestra esencia racial de los primeros habitantes, los
indios. Producto de un desconsiderado mal trato de trabajo, hambre, de
enfermedades importadas y endémicas.
Otro proceso de que
fuimos objeto, fue la marcada división entre la parte Oriental y
Occidental, de donde se trajo a la isla una cantidad de esclavos de
África, para sustituir a los indios, Francia y España buscaron a esos
esclavos negros, para distribuirlos en todo el territorio isleño, según
su conveniencia.
Como ven, no teníamos una definición de
país. No teníamos una identidad racial. Ni mucho menos una cultura
propia. Sino que fue sumatoria de todos estos acontecimientos.
Los
historiadores nos señalan: “En 1801, Toussaint Louverture llega a Santo
Domingo y proclama la abolición de la esclavitud en nombre de la
República Francesa. Poco después Napoleón envió un ejército que sometió
toda la isla y el gobernó durante unos meses. Los negros y mulatos
nuevamente se alzaron en contra de los franceses en octubre de 1802 y
finalmente los derrotaron en noviembre de 1803.
El 1 de enero de
1804, los vencedores declararon a Saint-Domingue como la república
independiente de Haití. Después de la derrota a manos de los haitianos,
una pequeña guarnición francesa permaneció en Santo Domingo”. Todo esto
obligó a nuevos desafíos para crear una división territorial francesa y
española. Después de muchos años de guerra y inseguridad territorial. Un
grupo de patriotas se deciden definitivamente crear una nueva
República.
Después del 1844, fuimos dominicanos. Después del
27 de febrero de 1944 tenemos Patria. Por esa idea patriótica de Juan
Pablo Duarte de la creación de la Trinitaria en el 1838, donde se
unificaron tantos buenos defensores de crear una nacionalidad
En
la Puerta de la Misericordia donde Mella disparó el legendario
Trabucazo de la Independencia, que al ser escuchado por Sánchez, éste
inmediatamente izó La nueva Bandera Dominicana gritando todos al unísono
el lema ¡Dios, Patria y Libertad!.
La independencia ya no se
podía negar y después de muchas luchas, la República Dominicana había
nacido. Se había establecido una forma de gobierno republicano, en un
pueblo libre que rechazaba cualquier imposición extranjera, y que, a
través del proceso de votación, podría dar lugar a una democracia donde
todos los ciudadanos, en teoría, eran iguales y libres.
Por eso debemos promover, enseñar, vociferar a los cuatro vientos, que el ¡27 de Febrero es una fecha de Orgullo Nacional!
¡Viva la República Dominicana! ¡Viva este 169 aniversario de la Independencia Nacional! ¡Viva la democracia!
El autor es médico, escritor y profesor universitario.
Dr. Frank Espino