Llanto y tristeza predominaron hoy entre los profesores y padres de los
alumnos de la escuela José Martí, del ensanche La Paz, del Distrito
Nacional, por el suicidio de la directora del centro educativo ayer en su
residencia del sector Paraíso del Caribe en Bayona. Rosa Magdalena Trinidad
Segura tenía dos años como directora de la escuela, ayer no asistió a su
trabajo y realizó una salida, cuando retornó a su casa entró a su
habitación, cerró la puerta y procedió a colgarse con un cable de teléfono,
siendo encontrada horas más tarde por la conserje Carmelina Ramírez.
“No entiendo, no entendemos lo que ha pasado”, dijo la profesora de sexto
grado Glady Lantigua, porque la directora Magdalena tenía dos años como
directora y era una mujer llena de paz y casi siempre tenía una solución a
todos los problemas que se presentan al centro educativo”.
Informó que los profesores decidieron suspender la docencia porque ninguno
estaba en condiciones de impartir clase, acordaron comunicar la decisión al
Distrito y colocaron una cartulina en la puerta de la escuela con una cinta
negra que dice “no habrá docencia, estamos de luto”.
El cadáver amaneció en Patología Forense y sería entregado hoy en la
mañana a sus familiares, quienes tenían previsto exponerlo una hora en la
funeraria Savica de Gascue, hoy en la mañana, y luego trasladarlo a Villa
Jaragua, en Baoruco, donde será sepultado.
Mientras la señora Yudelka Encarnación dijo que tiene dos niños en la
escuela y desde que recibió la información está consternada, no pudo
dormir porque no podía concebir que la profesora Trinidad Segura podía
tomar la decisión de quitarse la vida, “porque era una mujer dispuesta a
orientar a los alumnos y a los padres cuando observaba alguna dificultad”.
La secretaria de la escuela, Leni Reyes, con dificultad para hablar y en
medio del llanto de profesores y padres de alumnos informó que la licenciada
Trinidad Segura estaba soltera, que ayer no asistió al centro educativo,
pero en el transcurso de la mañana conversaron en varias ocasiones a
través del teléfono y en ningún momento le informó que tenía problema, pero
tampoco dijo donde estaba.
Descartó que la profesora tuviera problemas internos en la escuela o con
algún padre de los alumnos.
El supervisor del desayuno escolar del Distrito 17 dijo que no sabía
nada y cuando llegó a la escuela recibió la noticia y expresó que el
sistema educativo había perdido una gran educadora, que se había convertido en
una orientadora familiar.
Dijo que la profesora Trinidad estaba recuperando la escuela y en el sector
se había convertido en una madre y en las reuniones siempre era una de las
personas más dinámicas.
Escrito por: TOMÁS VIDAL RODRÍGUEZ.